jueves, 6 de diciembre de 2012

- CLINT EASTWOOD, EN EL CINE -



Ojos y porte, delgadez y originalidad, disparo y sorpresa, hombre de acción y temible, rudo heterodoxo que camina individualista y sin afeitar camino de los dólares de la ley   de  la  supervivencia.
Clint Eastwood, creador y mito, el último maravilloso y gran chulo de Hollywood, sucesor de John Wayne, aunque sin aquella ideología moral y hasta social. Otra cosa.
Áspero Eastwood, audacia, límite, escupitajo, y hercúlea fortaleza fibrosa. Impacto y bala que huelen a música posible de seriedad. Frontera mejicana, y tensiones en lindes imposibles y alejadas de controles aparentes. El pérfido bueno del caballo, mira y hace una mueca de dureza y piensa cerebralmente que no será expresivo, y que el misterio se romperá cuando mueva a velocidad eléctrica sus dedos sobre el gatillo de la pistola final que hace justicia. Y su caballo le dirigirá a más lugares duros e inexplorados, en los cuales vivir cómodo no será nada fácil. Clint, lo sabe y asume el reto.
Barba y sudor, filoso y de temer, broncas, y sin aparentes escrúpulos. Que las masas no cuenten con él. Es actor de sí mismo y capaz de crear un personaje estándar y hasta encasillado que sale valiente desde las cuerdas del ring para dejarte sorprendido y admirado.
Parece que Clint Eastwood será siempre rebelde, y que no cree demasiado en nada. Que no cuenten con él con los buenos modales y con las refinadas formas, y entonces te clavará las espuelas de sus zapatos encima de la mesa menos indicada. Y seguirá mirando sobrado a todo aquello que le rodea.
Lucha y golpes, exceso y justicierismo, duro de roer que siempre se va a salir con la suya, y que cuando llega la cruda realidad va a saber asumir sin lágrimas tal realidad. Y, no te fíes de él. Eastwood siempre podría guardarse como bala, la última gran sorpresa    de  vencedor  desconcertante y final. Es ganador.
La vida y las mujeres. No esperes una dulzura y un romanticismo en el amor ni en sus cientos de damas. Eastwood quiere tipas de bandera que armen gritos desde la belleza brutal de sus senos y largas piernas. Amor y cama, nada de ambages ni remilgos, las cosas a la práctica y sin demasiado miramiento. El gran macho americano que va a la suya, reclama su derecho al reposo del guerrero. Quiere jabón y piel de mujer. Fugaz,     breve,       pero     intensamente. Del todo.
Si buscas a un canalla que pueda levantar a un equipo o grupo derrotado, ficha a Clint. Te garantizará resultados, como una suerte de Mourinho del fútbol de Europa. A Eastwood le va la marcha, y mete sus narices en oquedades plagadas de trampas. Muchos    enemigos  encaminados van a esperarle. Pero el chico de la película, el bestia bueno, los irá liquidando y neutralizando uno tras uno.
Sacará su lado humano como todo ser de creación, y a medida que se haga viejo nos dirá que es un padre protector, y que ahora defenderá a sus hijas sucesoras y a quien de bien haga falta. Clint Eastwood, se adaptará sin rubor a los nuevos tiempos y sucederes. Ya no todo será trueno y rayo, o desierto picudo e inevitable con cactus, sino que también será capaz de emitir el silencio necesario y humanitario que te sedará y te protegerá. Se pondrá en tu lugar y hasta te dará ganas de darle un abrazo y un beso.
Clint, es el cine. Un cine determinado y hasta mágico, y con una calidad indiscutible   que  llevará para siempre su marca como un Burdeos o un potente licor. Whisky, sí. Y tabaco, y apuesto varón eterno que rompe corazones a las míticas hijas de Eva la del Paraíso. Terrenal.
Eastwood es un personaje que lleva lo actual y lo cinematográfico hacia la polémica de su éxito. Clint es un modo de cine que te va a gustar o a dejar de hacerlo. Pero de desapercibido, imposible.
-GRAN SELLO E IMPRONTA-

2 comentarios:

TODO UN LEGENDARIO DEL CINE WESTERN ,.MIS RESPETOS

Así es, amigo anónim@.
Gracias por tu opinión!

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