lunes, 4 de marzo de 2013

- EL ACTOR PEPE SANCHO MUERE PREMATURAMENTE A LOS 68 AÑOS -



Puto cáncer, Pepe. Que a tí te gustaba hablar clarito y con poco remilgo, ¿eh, nano? ¡Y tanto! Pepe Sancho acaba de morir en Valencia a los 68 años, víctima de esa cruel enfermedad. A veces somos una mierda, actorazo valenciano y del pueblo de Manises. Del mismo pueblo, que da nombre al gran aeropuerto de mi ciudad.
"El estudiante". Ese personaje le hizo tremendamente popular junto al gran "Curro Jiménez" y el "Algarrobo". La televisión hace muy inmortales a las gentes.
Y si no, los más actuales siempre recordarán al "Don Pablo" franquista y liante de la serie Cuéntame como pasó. El jefe de Imanol Arias.
Pero Pepe Sancho lo que realmente era fue carne de cómico. De gran actor de teatro, de cine, de interpretación, de vida, de orgullo y de lo que hiciera falta. Un echado p´alante pero de calidad y tablas.
Pepe Sancho era muy expresivo. Muy expresivo y apasionado. Era muy valenciano y hasta de huerta, muy de la tierra, y sabía que la escuela de la vida puede ser más festera y hasta excitante que la Universidad de Oxford. La fuerza de su vitalidad y de su inconformismo, y su deseo imparable de atrapar la velocidad y comerse el mundo con las manos y sin perder demasiado el tiempo.
Pepe sabía que Madrid es mucho Madrid. Y, Barcelona, y que todos los sitios te dan aventuras y excitaciones, y que la cuna del éxito no es otra cosa que la continuidad y la permanencia constante en el candelabro. En esto de las bambalinas, o trabajas o estás muerto porque se olvidan de uno con nefasta facilidad. No digamos el escaso eco mediático que se le procuró a la gran y hasta mítica actriz María Asquerino,-gran dama y mujer teatral-, fallecida hace escasos días. La memoria comodona y actual del consumismo extraño. ¡Injusto!
Che, collons, Pep. Ya se ha terminado todo. Ahora, que nos vayan haciendo si quieren un nudo en el rabo. Maravilloso vividor. Cómo te gustaban a tí las mujeres. Somos valencianos y sabemos lo que es una mujer, entrañable manisero.
Isabel Tenaille, la chica del 1,2,3, la flamenca María Jiménez, y ahora Reyes Monforte, su viuda lógicamente desconsolada. ¡Che, nano! Las mujeres son lo más maravilloso que parió la Vida con mayúsculas.
Y el teatro, y tu vocación por la interpretación, y cómo te camuflabas con versatilidad de personajes tan distintos. Y, digámoslo todo, tenías una mala leche del carajo, leches. Y éso, está bien. Así, parabas a alguna que otra fiera.
Pero Pepe solo era un torrente de vitalidad y de laboriosidad. Todo lo demás era menor. Pepe Sancho ha sido exceso y corrección juntas, mirada de gran actor, y gesto espontáneo y nunca fabricado en ninguna escuela. Pepe era así de bueno en lo suyo, y sanseacabó.
Su voz. La voz grave y fuerte de Pepe, le ayudó bastante. Era un tipo duro que te convencía, alguien que lograba inquietarte porque sabía cómo llegar a tí, y en el fondo un hombre que amaba a la gente, a la afición, al respetable, al público y al gran teatro de siempre.
Y que, sabía, que esto es renovarse o morir, encasillarse o salir airoso, coger el tren a Madrid o a Barcelona o quedarse en el paro, pasar frío y apretar los dientes y tirar hacia adelante. Siempre.
Y ahora, en pleno rodaje, la quimioterapia y la releche. Al sobre, y a otra cosa. ¡Merda! ...
No. Tú no querías éso, joder. Sesenta y ocho años es demasiado pronto, y las mujeres siguen siendo exactamente igual de maravillosas que siempre.
El "estudiante" fue después "Don Pablo", y siempre estuvo ahí en la cabeza de la clasificación de los mejores actores de España.
Mi Valencia y Manises, lamentan la muerte de uno de sus grandes hijos. Hemos perdido a un festero eterno y empeñado, culo nervioso y hasta león.
- ¡ADÈU, MESTRE! / ¡ADIÓS, MAESTRO! -

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