miércoles, 30 de diciembre de 2015

- MELWER SE DEJÓ -



Se dejó empujar, zarandear, llevar, enmudecer y hasta ser soñado. Melwer decidió aparentemente no decidir, ser una inercia, una cosa extrañada y anodina, insignificante y absolutamente incomprensible.
Se mofaron de Melwer, le volvieron a zarandear, le buscaron las cosquillas y le auscultaron su verdad a base de golpes bajos y dolorosos.
Y Melwer no puso oposición y no dijo nada. Apostó por impostar un ser inconcreto y hermético, vulnerable y hasta simplón, menor y a la vez objeto de la inquina de quienes le rodeaban e imponían las condiciones, ¿pobre Melwer? ...
Aparentemente, no habría debate. Melwer sería un perdedor, un entregado, un outsider sin esperanza, un desgraciado, un sin horizonte, un triste, un aburrido y un a desechar. Un lastre.
A Melwer le zurraban. Y no solo psicológicamente. La acción subió enteros y comenzaron a llegarle palos y bofetadas. La presión era muy difícil de soportar, y los descansos de Melwer eran breves dentro del sueño e inexistentes de día. Explotado y excedido, Melwer se limitaba a guardar un para sus enemigos irritante silencio. ¿Masoca Melwer?, ¿extrañísimamente autodestructivo Melwer? ...
Le faltaban los niños al respeto, y los adolescentes escupían las hormonas de su tiempo de crecer sobre su rostro abierto. Y los adultos le miraban con sorna y con toda la desconfianza. Hacían chistes sobre él y sobre su pasividad, y decidían entre todos hacérselo absolutamente difícil. Nunca jamás le procuraban el placer.
Alguna mujer miraba a Melwer. Hasta con deseo y verdad. Lo que sucede es que luego negaban amarle y despreciaban admirarle. Le decían que nunca tendrían relaciones de ningún tipo con él, y que de ilusión también se vivía. Raramente los ojos de Melwer se expresaban en atracción o pulsión de sexo. ¿Asexuado Melwer?, ¿quizá impotente?, ¿homosexual?, ¿ángel precavido en el error? ...
Se acababa todo para Melwer. Las dinámicas emocionales parecían sepultarle hacia un destino fatal, fou y desconocido. Vital y sin las más mínima demora, sin pausas y ya.
Le juzgaron, le prendieron, le atacaron y hasta que finalmente no fue castigado a permanecer toda su vida en un penal sino a terminar su vida a través de la pena de muerte. Melwer pareció aceptar todo lo adverso, entre cara preocupada y rostro propicio para asumir su sino. Mostró credibilidad ante los demás y una suerte de comediada resignación que a tod@s logró convencer y desarmar.
Tras ejecutarle, le enterraron. Y ya partieron todos a sus labores cotidianas que la vida propone. Seguían cantando los pájaros, y las ruedas de los autos ensuciaban de huellas el asfalto harinado. ¿Habría existido la indolencia conductual y hasta el recuerdo de alguien llamado Melwer?, ¿un cobarde? ...
Pero en el interior del ataúd pasó algo mistérico e incomprensible. A pesar del forense, el cuerpo de Melwer estremeció algunas nuevas reaperturas.
Los ojos del hombre comenzaron tímidamente a moverse. Primero, imperceptiblmente. Después, ya claramente. ¡¡Melwer estaba vivo!!...
¿Por qué había decidido dejarse hacer? No puede saberse. Al menos, aparentemente. Dentro del ataúd, Melwer se sentía tranquilo de los otr@s y hasta esbozaba ua sonrisa de paz y de autosatisfacción. Había burlado a tod@s y convertido su final en una aplastante victoria.
De un puñetazo rompió una noche de invierno el atáud de madera y finalmente salió al exterior. Demasiado delgado, pero mostrando gran vigor. Se aseguró Melwer de que ningún vigía del camposanto le echara el ojo, y se marchó de aquel lugar.
Durante días se alimentó de hierbajos como un superviviente, y disuadió finalmente a todos sus perseguidores que buscaban fútilmente matarle de nuevo e introducirle en la caja de la nada.
Muy tarde. Melwer ya estaba a salvo. Iniciaba una nueva vida y en nuevos territorios. Ahora ya sabía que podría tener todas las opciones de volver a ganar y de ser finalmente feliz.
¡OH, MELWER!

jueves, 24 de diciembre de 2015

- ÉSTA, MI NAVIDAD. -



Es dura, como siempre. Pero en progresión positiva y distinta. Porque mi dolor es otro y necesario. Ahora toca serenidad y confianza.
Nacer a mi edad implica un enorme esfuerzo. Y en ese esfuerzo deposito mi lucha y mi verdad. No hubo nunca familia, y ya cada vez les evoco menos cuando llegan estas fechas  navideñas. El libro del atrás va a ser cerrado definitivamente. Es lo mejor y la buena noticia.
Mi soledad,-propia de quien no ha tenido salud para vivir-, se ve trufada en concreciones y pequeños y emergentes puntos de proyectos. He currado mucho mi vida, y ese esfuerzo alcanza excelentes perspectivas de éxito final.
Mis amig@s son ahora solo conocidos. Como mi vida, que solo es un proyecto que comienza. Pero lo bueno es que los primeros pasos sacan unas huellas verificables y hasta incontestables.
Asumo este período de mi vida en donde las cosas se mueven. Nace algo en mí. Mi Navidad. Nace alguien que ya acepta lo que hay y que fundamentalmente lucha y aprende.
Estoy de ida. Mi edad cronológica no se corresponde con mi Cronos vivencial. Aún estoy verde para no generar un cierto y hasta lógico desencuentro. Pero ese inconformismo se mueve hacia pensares y actitudes que tienen mucho más que ver con la verdad que con el deseo. Los cuidados hacia mi madre me agotan por un lado, pero me enriquecen summo por otro.
Empiezo a ser responsable y a creer en mí y en mi adultez y responsabilidad. Nunca es tarde para ser un ciudadano como los demás. Y en esas estoy. Cayéndome y levantándome para concluír finalmente en lo mejor y más productivo de mí.
Aquí, en mi casa, en mi situación tan penosa y peculiar, en mi verdad, en mi realidad, en todo yo, hay un enorme germen de alegría porque sé que se está forjando algo sólido, inteligente y obediente.
Comenzar a dar los pioneros pasos y sin balancearse, implica confianza a mares y toda la convicción. Es una audacia necesaria. Y esa es mi meta y mi senda. "Caminante, se hace camino al andar...", reza el poeta A. Machado. Es mi lema porque es real y sé a lo que se refiere.
Esta mi navidad no es triste sino consecuencial, lógica desde un atrás raquítico y errado, desde un páramo sin ilusión que da paso al gran vértigo inevitable de mi libertad.
Me he vuelto contenido y realista conmigo mismo. Crítico y exigente. Ideológicamente pienso muy parecido a siempre, pero me doy cuenta de que mi madurez es un hecho imparable que ya nada puede detener. Ni siquiera el pesimismo.
Mi vida, se mueve. Se impresiona, se redescubre, se acondiciona, se pone ordenada, se excede hacia el deseo y se autocorrige sola hacia la buena disciplina de la verdad. Mi verdad.
Por eso no me siento tan jodidamente solo en estas fechas, y ahora acepto mucho más entero el jolgorio de la alegría ajena. Los otr@s ya han vivido, y su familia esta ahí, y sus hijos, y sus lógicas diferenciadoras así como sus universos personales.
Y no se trata de compararse con nadie ni de esperar complacencias o entendimientos. De lo que se trata es de tener la cabeza fría y la idea clara; de transitar por mi camino con cara de circunstancias pero nunca de agraviado en exceso.
Yo, creo en mí. Basta y sobra con todo eso. Y sé que en el futuro seguiré mutando como lo hacen las plantas de mi visión y de mi balcón. Crezco. A destiempo, pero allá que voy. Mis senderos han de ser más automatizados pero ya vivo la esencia de mí. Y un día de estos me sorprenderé a mí mismo con mi sonrisa real e interior. Con un nuevo brote de energía que me hará manar en la mirada el caudal de mis sueños conclusos y rematados.
Y entonces seré feliz del todo. Como empiezo a serlo ahora aunque no se note y pueda parecer otra cosa. Porque yo ahora soy feliz pero me cuesta alcanzar ese rico aroma de café humeante que es la vida. La mía y la de los demás.
¡CONVICCIÓN!

viernes, 18 de diciembre de 2015

- MI VOTO ES PARA "PODEMOS". -



Ilusión. Sé que se nota en mi escrito. Mi sonrisa. La política también puede ser sexy e ilusionante. Como mi esperanza democrática en forma de voto. Porque este domingo voy a votar a "Podemos". Sí. A Pablo Iglesias, al 15-M, al cambio generacional real, a mi España de mí, a Monedero, a un@s chic@s que son lo que yo soy. Gente no profesional de la política que escasamente en menos de dos años ha maravillado a mi país.
¡Sí se puede! Esa es la idea. Sé que el tabú es el miedo y que el que no arriesga no se come un colín. Me la juego. Tiro la casa por la ventana y voy a votar al "coletas". Creo en él, en su mirada, en su valentía y en su decisión. En que es un hombre normal, de hoy; un chaval que sabe lo que quiere y que está dispuesto a echar una mano a los que menos tienen. ¡Un hombre justo y con arrojo!
Esta vez, no dudo. Me ganaron el corazón el 15-M. Sí. Cuando la fiesta. Cuando el desnudo de las emociones más hermosas. Cuando lloramos de asombrada alegría. Cuando volvimos a convertir los adoquines en una playa. Cuando fuimos más felices que cuando Andrés Iniesta metió el gol de la gran final contra Holanda. Cuando nosotros le metimos un gol por toda la escuadra a los golfos y a los anodinos que han convertido a este país en una pirámide elitista sin equilibrio social y hasta con pernada.
¡Ahora o nunca! Es mi idea. Ni bofetones de descerebrados, ni leches. Mi gran contestación será este domingo, democrática, y metiendo mi voto hasta lo más profundo de la urna. Y en su interior, como un tesoro de Carta a los Reyes Magos, pondrá "Podemos".
Sí. Yes. Da. Oui. Ya. Podemos. Debemos intentarlo y poder. Hemos de conseguir un país mejor para nosotros y para nuestros jóvenes y mayores. Para todos. Para mí. Para tí. Para que el rico no sea tan rico, para que el pobre no se sienta desarmado, para que vuelvan los pájaros a soltar el trino libre, para que las mujeres no sean de segunda, para que la Sanidad y la Educación sean de las cosas más importantes, para que no saquen a tirones a las personas de sus casas porque hay leyes tan inhumanas, para que todo sea más cercano y más racional. Más necesariamente justo.
¿Se nota? Claro que se nota que soy verdad cuando esto escribo. No recuerdo otro momento en mi vida de elector más maravilloso que lo que pasará este domingo. Me importan un pito las encuestas, los poderes fácticos, los que cortan económicamente el bacalao, los que me dicen que todos los políticos son unos sinvergüenzas y todas esas topicadas que el mercader sin escrúpulos quiere que nos creamos.
Y me dará un pito el resultado de las Elecciones. Porque habré sido coherente y feliz. Porque habré soñado. Porque la Democracia también puede ser bella como una chica fastuosa o como una catarata natural, o como un jardín puro con sonrisa infante.
Voy a votar a "Podemos". Voy a ser feliz. Y os invito exactamente a que votéis. Votad. A quien os dé la gana, pero votad. No os quedéis en casa que eso es lo que quieren los que siempre nos desmoralizan y nos dicen que no y que las cosas de la felicidad no pueden ser.
Yo no les haré ni caso. Voy a votar con gracia, con poesía, con euforia, con buen propósito, con todo cariño, con ilusión renovada, con nuevos tiempos y nueva ropa. Voy a votar porque me da la gana y tengo derecho.
¡VOTO AMOR!

lunes, 14 de diciembre de 2015

- ESTACIÓN NAVIDAD -



Te gustará o detestará este período. O, te dará un poco igual. Pero ya estamos en un tiempo distinto y tradicional. Es una suerte de miniestación en el calendario, con la excusa del motivo religioso.
La Navidad, son muchas cosas juntas. Son muchos días unidos por una actitud y un aroma que sabe a consumo y a deseo y necesidad de compartir. Se puede pasar de la Navidad, pero es realmente complicado hacerlo ...
En realidad lo que hay en estos días es un deseo de cambio. De que lo cotidiano que nos aburre y ahoga, se vea modificado por cosas novedosas, golosas, atractivas, diferentes, y de sabor a vacación camuflada con actitudes presuntamente solidarias.
La Navidad es la estación del banquete, de la despedida del año, de la aparente compasión por los más pobres, del buenismo bobote, y de la necesidad brutal de que brote la fiesta social y el descorche de la botella o del beso siempre deseado.
Todo son bombillitas y tiendas. Paseos en busca de regalos propios y ajenos; la idea de un tiempo impuesto e irremediable. La Navidad es el Corte Inglés y el tanga rojo, el partido de fútbol benéfico, y la maravillosa Casa de la Caridad, y el Cava Freixenet y la caja de bombones, el detalle cursi, y el olor a parfum française.
La Navidad es el deseo de la isla perdida de las Maldivas, o el malestar tenso de la comida de empresa, o la reconciliación imposible en las familias que van mal, o la añoranza triste por los seres que ya no están con nosotros, o el sexy de la fantasía, o el juego del niño en busca de sus últimas novedades en materia de nuevas tecnologías, o la adquisición por parte del adinerado de un nuevo Ferrari.
La Navidad es el cántico de los niños de la lotería, y el a ver si me pasa algo que me levante la economía, y la sensación de que hay que tener la obligación de estar con la familia, y las doce campanadas, y lo que queda de los villancicos, y el paso del Papa Bergoglio desde Roma con las referencias éticas y religiosas, y toda la tremenda pausa que propone una suerte de cambio extraño.
El tiempo navideño es el impulso consumista y la necesidad creada. Es un período que puede ser chirriante y a la vez placentero. Donde las emociones se desatan y quedan más a merced del clima frío y lluvioso del primer invierno que va a llegar.
La Navidad es un reto de esperanza. Son ganas de que nos vengan los magos a adorar, y de desear que se cumplan nuestros sueños y anhelos; una disneylandia y una caldera de pasiones con sabor tierno,desnudo y humanote.
Y en realidad hay mucho terreno hueco, aunque este año en mi país y en el corazón de las navidades esté introducido el importantísimo futuro político, democrático y electoral.
Los sentimientos sensibles  llenan un tiempo distinto en donde todo es más formal y menos picudo. Pero no se enteran ni las aves ni las montañas. Todo es un gran invento infantil nuestro. Somos permeables y hasta proclives al clima navideño, porque fuimos en el atrás niños y pertenecientes a otras atmósferas y ternuras.
Todo es una colectiva idealización de lo que se lleva ahora, de lo correcto y de lo que ha de ser. Es un tiempo conservador y de derechas, ordenado y programado, contradictorio, y más frío que caliente. La Navidad es el estado de ánimo y el termómetro del alma, y el momento del exceso, y una Nochevieja permanente e imaginada que va cesando cuando en todas las firmas ya pone 2016. Es ese entretanto.
-INEVITABLE-

martes, 8 de diciembre de 2015

- EL DEBATE: CUATRO OSADOS Y UNA AUSENCIA. -


Lo mejor del debate de Antena 3, fue que la ilusión y la expectación se hicieron carne con olor y sabor a política tras décadas de insípido y arcáico menú.
El show de la cadena de Atres Media, el circo mediático a la americana, y el formato cuerpo a cuerpo, llevaron el sexy a muchos millones de futuros votantes españoles. Y eso siempre va a fortalecer ese don que se llama Democracia y Pluralidad. Bastante pluralidad ...
Albert Rivera empezó más que nervioso el combate mediático. Se movía inseguro constantemente, y le faltaba el estatismo. Estaba pagando la novatada. Pero como tiene talento, se fue rehaciendo y acabó los asaltos realmente tranquilo y relajado.
Soraya Sáénz de Santamaría utilizó el mantenella y no enmendalla, demostrando valor en una estregia a la desesperada. Aguantó bien en las cuerdas, y en los últimos minutos le soltó en el mentón un "que no te aclaras" a Rivera. Fue fondista y cínica para defender algo que no tiene mayor consistencia. Su Partido, ha fallado demasiado ...
Pedro Sánchez, fue el padrazo. O, el yerno. Ese hombre de emoción contenida y de discurso siempre a discutir. El juego mediático le dio presencia a sus dos metros de estatura, y a su perfil atractivo y hasta pijoide. Dijo todo lo previsible, y solo se contradijo al afirmar que estamos en 2015 y no en 1978. Porque su discurso paternalista y de nada excesivamente nuevo, pareció indicar bastante inmovilismo y palabra hueca. Hizo una faena de aliño, y trató de no despeinarse demasiado y de posturear seguridad ante toda la Nación. Es realmente político profesional y no lo puede negar. Pero este hombre tiende a aburrir bastante. Y yo quiero que la política sea también una realidad, goles, y mucho más que buenas palabras y deseos.
El chico de la película, el enviado, el esperado y el ilusionante, fue Pablo Iglesias. Esa fuerza potente y casi esotérica que lidera Podemos, y que parece que podría presentar movimientos telúricos y cambio auténtico si las fuerzas fácticas se lo permiten y no le hacen fracasar como a Varoufakis o Tsipras en Grecia.
El "coletas" domina la tele, pero no tanto las grandes finales de la Champions en Wembley. Estuvo muy marcado, y le embarullaron una y otra vez sus preocupados rivales. Iglesias, el hombre normal, la nueva esperanza, el muchacho que ha devuelto la ilusión a la gente pobre, tenía un primer debut con picadores y lo pasó con notable aunque nunca fue excesivamente superior.
El líder de Podemos dijo cosas que nunca gustan dentro de un Sistema muy poco exigente y que se lo traga todo porque ya no cree mucho en nada. Ni siquiera en las verdades del barquero que soltó. Pablo necesita más espacio, más distancia, más densidad y recorrido, más elaboración; pero la tele y su formato son los que son y eran los que eran.
Rajoy también es candidato. Pero no fue, en un acto intolerable de soberbia que todo Cristo le afeó. Se dice que estaba en Doñana mirando de reojo a Soraya y a los demás, desde su eterno televisor de plasma y pegado a sus inercias de prácticas eremitas. El todavía Presidente de España no quiso subir al "Garden", y eso seguramente le hará finalmente perder las Elecciones Generales del día 20. Es su problema.
Felicitar a los reyes mediáticos del circo y del pollo. Del espectáculo de la tele, de los tiempos o de las audiencias y waatsaps. Batieron récords de audiencia política. Fue su éxito de dinero y de propuesta. Todo era virgen aquí. La primera vez, la primera pegada, cuatro osadías valientes, y el tiempo propuesto de hoy.
-JORNADA DE REFLEXIÓN VIRTUAL-

sábado, 5 de diciembre de 2015

- CINE: "OCHO APELLIDOS CATALANES". -



Ya sabes a lo que vas. No hay sorpresas. Comedieta simpática de evasión. Necesitas desconectar. Te animas con la promoción que hacen en las teles y descubres que el sacrificio por una entrada, bien vale una escapada al reality de ese mundo lleno de enconos y conflictos. Este mundo es un conflicto.
Las colas son muy largas. Llenos totales y récords de asistencias. Cine fácil y de consumo. Sin cena pesada. Los estereotipos y todos los sambenitos que muchos piensan y pocos se atreven a soltar en la gran pantalla de manos del director Emilio Martínez Lázaro. 
Excelentes actores en medio del guión de tebeo. Cataluña, Euzkadi, Andalucía, la independencia, Madrid, todas las Españas y los orgullos cañís.
"¡Yepaaaaa!", suelta el excelente actor vasco Karra Ejalde. Todos sonreímos o reímos el adentro. El chaval Dani Rovira es simpaticote y hace bien la comedia. La chica es mona, el novio pijo está decentemente interpretado por Berto Romero, y Rosa María Sardá es una de las mejores actrices del cine y del teatro españoles. Carmen Machi está agradable, televisiva y excelente conectando bien.
El amor. Las comedias y de humor tienen amor. Y chica y chico, y el morbo intocable del tabú político se deslengua en la clave no punzante de la hilaridad. Se entiende el éxito comercial y del consumo.
La política parece un juego de robots correctos y reprimidos, impecables, comedidos y localistas. Sacar a pasear a los temores políticos en clave de amabilidad,no pica tanto a las sensibilidades. No nos gusta demasiado la carne política y preferimos el veganismo. Siempre evasión. "¡Yepaaaa!". Y todos a reír.
Hay poco, pero el racismo latente y la confrontación pasan desapercibidas. Y además nosotros podemos ser vascos por unas horas cinematográficos, catalanes independientes y hasta sin referéndum, o andaluces de palmas y fino en vitalidad alegre y colorista. Soñamos a poderlo ser todo.
La película es un soñar con palomitas o una birra con papas. Un bar de excelentes actores, en donde en el fondo se destapa lo indestapable y se etiqueta la confusión. Se trata de imaginar navidad y paz, y unidades inquebrantables, y cachondeo a espuertas, y la capacidad del director para tocar temas sensibles saliendo indemne y comediando. Todo es un rollo que sirve para reírnos de lo que no nos gusta y de disfrutar de nuestras aficiones a la desinhibición y al disparate casi controlado pero finalmente amable y hasta romántico.
"¡Yepaaaa!" La expresión de la película. El grito de guerra del pescador gracioso y disparatado que tiene las cositas bien claras y hasta con "fundamentos".
Ella. La chica. Clara Lago. El amor hace pactos autonómicos y estatales y se puede pasar por el forro las paredes y las imposibilidades. Y el pacifismo se vuelve beso atornillado de cocacola, y todo nos dice que se superará la dificultad y triunfará el sueño y el glamour.
Siempre el amor: "¡Yepaaaa!" Si no hay amor, es que me lo cargo. Si no hay atracción sin banderas es que no puede ser, si no hay orgullo estirado y raíz profunda y humorística es que me pongo demasiado serio y arrugado.
Y yo he ido al cine para reírme y hacer un poco el canelo. Que bastante dura es la vida. Ya llegarán si eso los filmes de Von Trier o de quien sesudo sea. Ahora toca la familia, y los amigos y hasta los niños.
"¡YEPAAA!".

sábado, 28 de noviembre de 2015

- LA SEÑORA LAURA YA NO ESTÁ -



Hoy mi esfuerzo tuvo una necesaria compensación. Llevar a mi madre a la realidad,- que fuese por unos segundos-, fue sin duda todo un éxito. Acompañaba un día fastuoso con un clima más que primaveral y calmo, y yo me la jugué osado. Porque mi madre no quiere ver a nadie, y si la obligo se pone todavía más violenta y senecta. Por eso decidí lo aparentemente inadecuado y la llevé con la silla de ruedas a visitar a la única amiga verdadera que le quedaba. Vive aquí cerquita. En la Plaza Rojas Clemente de mi Valencia, hasta que ...
Al llegar a su coqueta planta baja, en donde vive la hija de la señora Laura y su señor padre, llamé al timbre. La hija de la citada señora Laura hizo un gesto extraño e inusual. Tenso y triste. Y tímidamente, nos abrió la puerta. Yo, pregunté de inmediato por su madre, y la hija me dijo emocionada: "La señora Laura ya no está. Hace dos meses que ..." Y no lograba ya proseguir la frase. Yo me acerqué y le di dos besos. Mensaje de la ley de vida captado. Las cosas, son las que son.
La señora Laura tenía la cara regordeta, quería muchísimo a mi madre, apenas tenía arrugas, era valenciana hasta la médula, y a pesar de una precoz cojera fruto de la artrosis mediterránea, siempre fue más que vital y culo inquieto.
Hace algunas décadas que llamaba a mi casa sin ascensor. Decía por la vieja escalera su nombre, y entonces mi madre se ponía toda nerviosa, alegre y precipitada, y bajaba corriendo los tres pisos de la escalera con el monedero en uno de sus bolsillos.
La señora Laura tenía el gesto de venir a casa con la excusa del cobro de la cuota de la Asociación de devotos de la Virgen del Socorro y la lotería correspondiente de cada mes. Era otro tiempo y el mismo cariño. La señora iba con su bastón a las procesiones de la barriada como clavariesa, y cuando llegaba Junio nos daba el librito de la Asociación, las peladillas, los cirios, las medallas conmemorativas, y un ticket para un pastel.
Triste y contrariado, me he dado la vuelta y tenía que decirle a mi madre que su amiga Laura había fallecido hacía dos meses. Y mi madre ha logrado salir de su demencia y me ha dicho con la cabeza que me había entendido, y algunos metros más adelante mi madre tesoro ha farfullado que: "vaya pues", "¡qué pena!", y cosas así.
Cuando hemos llegado a casa, entre vueltas mentales a la infancia y alguna que otra vera, me ha mirado mi progenitora y dicho: "Tengo dolor en el corazón ..." Y yo le he explicado que es la vida y que todo es normal porque cuando hay mucho cariño pasa ésto; sobreviene el dolor y la pena. Y los dos, emocionados, le quitábamos hierro aparente a la cosa.
No solo se ha muerto la entrañable y buena señora Laura. No. Se ha ido alguien que no solo existía, sino que nos tenía presentes siempre en su pensamiento. Nos quería. Y desde aquí afirmo, que la señora Laura sí formaba parte de nuestra familia real. Y que los familiares oficiales, han mostrado con su olvido de nosotros y de mi madre, una falta de sensibilidad inapelable y hasta repugnante.
Mi madre Carmen volvió a la realidad. Dejó atrás demencias y teclas propias de los ochenta y nueve años, y volvió por unos minutos a ser una mujer capaz de sentir y de pensar nuevamente. De, sentir ...
La muerte de la señora Laura lanzó coletazos de memoria emocionada en mi madre y eso siempre es bonito. Me he alegrado de que mi madre pudiese volver a recordar a su amiga  con la que en tiempos tanto charló y recharló. Y que la tristeza necesaria colocara un paréntesis de lucidez en mamá. Paradojas. Y el amor y el cariño que vencen a las particularidades de la senectud potente.
Tardaré yo en volver a pasar por delante de la Plaza Rojas Clemente, lugar en donde vivió siempre la entrañable finada. Por mi madre y por mí. Todo era y es irremediable. Mi madre no pudo despedirse de su amiga porque no logra ya conectar consigo misma. Son cosas de la vida y del azar y circunstancia. Atrás queda la lotería y la excusa, y las peladillas, pero esa relación de cariño mutuo hacen a mi madre y a la señora Laura aún más eternas.
-DESCANSE EN PAZ-

lunes, 23 de noviembre de 2015

- MANOLO "ENCUENTRALÍOS". -



Es ético Manolo. No lo puede evitar. Siente que sin su propia coherencia, no podría vivir. Es valiente, y arriesga. No se descompone ni pierde el gesto. Es valenciano, adora la música, y es de Vilamarxant, un pueblo cercano a mi capital valenciana.
Alto y aparentemente serio, no sabe vivir sin el humor porque sabe que sin tal humor la vida y las situaciones son insoportables. Es bueno, inteligente, perspicaz, y siempre osado. Divertido y traviesote. Humano, tierno y sacrificado. Trabajador.
Manolo no casa con su tiempo. Con el de hoy. Le conocí en la Coral a la que pertenezco desde hace dos años. Un amigo suyo se pasó de la raya y yo le fui contundente a tal amigo. ¿Fue un error mío? Seguramente, todo fue defensivo. Porque yo también trato de ser ético.
Manolo vino hacia mí y me dijo que estaba equivocado, y que su amigo era un buen tipo, y que yo me había excedido. Yo, le escuché con atención. Y le concluí diciéndole que le honraba la defensa convencida que hacía de su amistad. Y lo sellé todo con un apretón de manos.
Seguí yendo a los ensayos, y Manolo me trató siempre con respeto y humor. Me conoció mejor, y entendió que algunos de sus compañeros no habrían debido estigmatizarme sin siquiera saber de mí y de mi vida.
Había y hay un núcleo duro. Supongo que siempre lo hay en todos los grupos organizados. Pero Manolo es un maravilloso y necesario quijote al que no solo le apasiona lo musical, sino también el color recto del corazón de las personas. No cree ni en los elitismos ni en los selectivismos. Para él, todos los componentes del coro tenemos un valor. Entiende las diferencias, pero no tolera que a los nuevos les discriminen o que traten de cortarle a él su libertad efectiva y noble de expresión.
Lo que me pasó a mí, le ha pasado a él dos años después. Está desilusionado, y quiere irse. Va a irse. No sé si volverá ...
No quiere hacer daño a nadie, ni hablará de reproches. Se limitará a decir exactamente lo que piensa. Y lo que piensa es que hay un círculo y una pared dominante, y que si opinas lo contrario te la ganas.
Sí. Manolo es libre. Y dice sin el menor estrépito que él no estará ni formará parte de esa pared condicionada y desconsiderada. Afirma que la directora aprovecha la Coral para promocionar sus espectáculos, y que además se limita a hacer lo que en la sombra y por detrás otros le dicen que ha de hacer. "Los divinos", como él les llama.
Le duele todo, porque les quiere mucho. Lleva muchos años ahí en esa Coral, y dejar su casa de la música hará que llore en su hogar cuando su mujer y su hijo se hallen ausentes.
Yo le he dicho a Manolo que en todas partes allá a donde vaya encontrará habas parecidas. Y él me dice que sí, que es verdad, que claro, que por supuesto, que bien, que estuvo en la finada Radio Televisión Valenciana y que denunció a la dirección por cosas similares a las que ahora le afligen y contra las que lucha. Y, que algunos de sus compañeros a los que defendió, acabaron traicionándole.
Hoy se me ha despedido tras algún tiempo de extrañas ausencias y evasivas, para así no preocupar a nadie. Ha aprovechado las fiestas de Santa Cecilia,-patrona de los músicos-, para anunciar que deja la Coral. Pero me advierte que no me ponga triste, y que disculpa, y que que cada uno es como es, y que entiende las actitudes de algunos aunque nunca les va a justificar porque él es Manolo y no puede pensar de otra manera.
Manolo es grande porque representa a una ética y a unos valores que apenas se llevan. Porque es irreductible y claro; porque siempre se meterá en unos líos necesarios y profilácticos dado que es peleón y tiene las ideas más que claras.
¿RARA AVIS?

viernes, 20 de noviembre de 2015

- LLEGA UN MADRID-BARÇA, DISTINTO Y CONDICIONADO POR EL HORROR -



No será un partido mundial más. No será la SuperBowl española. Será historia que así referirán las crónicas en años venideros. Será un Madrid-Barcelona tristón y extraño. Tremendamente extraño. Porque faltará esencialmente concentración deportiva.
Estarán Messi y Cristiano como sedantes, y dos de las mayores escuadras futbolísticas del Globo, pero estas fechas no son de ánimos disparados y positivos, y la fuerza del Clásico se verá enlutada en cosa menor como casi un evento más cuando nunca lo es.
Es la canallada de los bárbaros que es social y se mete en todas las cocinas y en todas las galerías. Será morbo, y los locutores y periodistas deportivos impostarán voces y sonrisas de circunstancias. Los noventa minutos del Bernabéu pararán algo el desánimo general pero no serán decisivos ni suficientes. Solo abrirán pequeñas vías de fútbol.
Estará bien que haya gesta de los de Iniesta o que los del cuestionado Rafa Benítez se lleven finalmente el gato al agua. Pero habrá demasiado disfraz y latirán las preocupaciones de fondo. Ahora estamos de luto y muy recientemente e interior. El fútbol queda marioneta hasta que las cosas se suavicen y el opio del balón redondo logre invadir con músculo las tertulias y los bares de birras y de amigos.
El árbitro dará el pitido inicial tras el minuto humanista de rigor, pero el color blanco de las camisetas madridistas o el azulgrana de las catalanas tendrá que lucir menos. Ahora mola menos el fútbol. E incluso los separatismos pretendidos catalanes no serán del todo el escape previsto que ahuyente fantasmas y malestares. Se escuchará el grito: ¡Asesinos! ...
Escoltados por una muchedumbre de Seguridad perforando cual soldados el ocio estatal, los aplausos sonarán a rutina y a voluntarismo, y los goles a alimento que tendrá menos sabor.
Las jugadas podrán ser fastuosas y la habilidad futbolística, de lujo. Pero la concentración del espectador será menor, y la distracción, predominante. El ojo estará en el partido, y el pensamiento en lugares más importantes. La alegría de la rivalidad deportiva y ya casi atávica, será hilarante ante una realidad que devora y pone peros y pegas.
Las cosas del peligro y de los temores, la psicosis, producirá una visión pesimista y poco creativa del momento grato y de evasión.
La evasión. Esa excusa que proporciona el magno acontecimiento deportivo futbolístico de España, se verá turbado por las mentes que siempre temen el desgarro o el sobresalto. Y con poca paz mental y mucho desborde en el corazón, todo será atenuado y a la vez coherente con la realidad.
El contexto, el momento, la situación terrible que se atraviesa, la desazón, el abatimiento y las desconfianzas generales, llevarán a momentos puntuales y a brevedad en las celebraciones y en las euforias.
Porque por ahora huele a tristeza y a depresión, a desarme social, y a amenaza, y a mosca tras la oreja, y va y entonces el olor a fútbol es muy inodoro e insípido, y aparecen las ganas de saber el resultado comedido del partido, e irse a casa y descansar a ver.
-PREOCUPADOS-

lunes, 16 de noviembre de 2015

- EL SOBRESALTO DE PARÍS -



Noviembre negro. Sangriento. París. El corazón de la pureza, y el impulso democrático humanista e histórico. Extraña París que es el símbolo de la libertad de Europa. Duele París. Estremece la ciudad de la luz y de la Piaff. De Aznavour o Chevalier. 
Sangre y muertos. Siempre sorpresa. Siempre sobresalto. No puede estar pasando. El odio de los yihadistas alcanza como en el 11 de Septiembre neoyorkino extremos de récord de horror. Muchísimos muertos y heridos. El Medievo cruel en el medio de la libertad. ¿Qué coño pasa aquí? ...
Hay muchos mundos que están en éste. Radicales islamistas han ensuciado la libertad de los citoyens y pretenden acojonar al pueblo de la gran Revolución de la liberté, egalité et fraternité. La Democracia y la República por excelencia.
París también representa la forma de vivir del hombre moderno y liberado. Y en los simios del Medievo hay un odio incontrolado que no les deja ver el valor de la vida y de la felicidad. En medio de la realidad hay un surco de veneno y de sensación de exclusión. París somos todos nosotros. También son ellos. Porque toda la máxima expresión de la libertad es París. París es carisma y referencia, innovación y liberación, contundencia y belleza, mujeres bellísimas, y valentía de orgullo avanzado. Como toda la France pero más si cabe.
Los servicios de la Seguridad del Estado francés han sido un coladero preocupante. No se han enterado de la verdad real de las amenazas y del peligro. Hay más canallismo suelto y desatado del que se esperaba. Y doloridos de ser sobrepasados nuevamente, Hollande habla de un acto de guerra y de una militarización de las soluciones y de los blindajes. Mala cosa y decepcionante. Copia yankee.
El mundo, falla. No funciona. Los mercaderes que devoraron a los políticos de raza, sugieren soluciones menores. No quedan estadistas ni diplomacias. Falla la comunicación y el talento. Oriente y Occidente están mas alejados que nunca y no solo por los dioses respectivos, sino por los intereses económicos. Los pobres se mueren y los ricos viven en la holgura y en la comodidad en medio de eso que llaman crisis.
La peor y más desdichada noticia es sugerirle a un francés que se quede en en su casa y que no salga a la calle. Jugar al miedo. ¿Que un francés se quede en su casa cuando gracias a que salieron a las plazas, todos los democrátas pudimos ser más libres? ¡Eso es inadmisible! Alguien debería dimitir por tal deshonor y desconcierto errado.
No. París no ha de blindarse, sino mostrar orgullo y admirar arrobado las hojas del otoño que cimbrean con el invierno que ya va llegando. París es magia y bohemia, y los simios asesinos nunca lo van a sospechar. París es piernas de mujer bonita y labios sugerentes: Primavera. París es erotismo y clase, y Tour, y Folie Berger, y música y Molière, y Racine, y Balzac, y la Comedie, y la capacidad de decirle al mundo la referencia más filosófica y conveniente.
París llora ahora lágrimas injustas. Y en medio del shock general parirá el azar una rosa roja y un árbol gigantesco que abrazará de sonrisa de  enfant el panorama sombrío y siempre raro. París, la vie c´est jolie. Y el barrio latino de la libertad. ¡Las luces!
-LA MARSELLESA DE LA VERDAD -

domingo, 8 de noviembre de 2015

- J. LORENZO, BRILLANTE CAMPEÓN ENTRE LAS DUDAS -



Cheste. Valencia. Noviembre 2015. Carrera y rara. Llena de morbo. El mito Valentino Rossi debía salir en la última posición por actitud antideportiva. El Mundial de GP 2 , en juego. O al menos, ese era el apriorismo.
No fue una carrera más, sino significativa. Agridulce y hasta oportunista, a pesar de la enorme calidad y merecimientos de Jorge Lorenzo. Pero hubo mucha sonrisa cortés y poca carne de apasionamiento. La carrera del siglo fue casi un fiasco, porque los adelantamientos del penado Valentino le daban alas y segundos a los pilotos de delante. No es bueno para el motociclismo. Todos los grandes han de estar juntos y ahí.
Márquez la había liado en la carrera anterior. Había sacado de quicio al gran Rossi, y este le había cerrado y contactado demasiado. Marc se fue al suelo y entonces emergió toda la polémica y se elevó la rivalidad y la tensión hasta extremos de expectación mundial. Como en una final de Champions, o como en una gran lid de boxeo.
El forofismo dejó tocado al fair play y a la sensatez. Todo se masificó, y aparecieron los extremismos. Márquez no se arrepintió de su hostigamiento excesivo a Rossi, y el as italiano tampoco del todo de su presunta irregularidad. Se odiaron y enfriaron. Y esa pasión nunca puede llamarse deporte sino mutuo resquemor.
Me da igual que Cheste masificara la expectación y el monumentalismo emocional. Me es indiferente que hasta los periodistas del dios fútbol hablasen de motos, o que las audiencias se multiplicasen por mil en busca de la presunta bronca o de la audacia heróica prácticamente irrealizable. Esto nunca es bueno para nadie.
Hay que hablar de cosas y de intereses. Todo deporte es pasión y parece valer todo. Mas todo no cabe. El espíritu deportivo siempre contiene una sonrisa.
La carrera de Cheste empezó tras la patada presunta de Valentino a un Márquez excesivo e inmaduro en la carrera anterior.
Rossi es el rey de ésto, y tiene que dolerle que un chiquillo juegue sin respeto con su audacia genialoide. Márquez debe aprender a no ser papista ni pelota, a caerse menos, y a saber aceptar cuando no puedes en un momento determinado ganar todas las carreras. El catalán deberá madurar o se le cogerá antipatía.
El mito Valentino tiene treinta y séis años, y acariciaba uno de sus últimos títulos. Le dolió no llevarse el gato al agua en este postrero 2015 para él.
El mundo de las motos siempre ha de adorarle. No es un deportista más. Se ha ganado cronológica e históricamente con creces la admiración de todo el mundo motociclístico, incluídos españoles. Los mitos no conocen fronteras. Pero también es humano, y debió contener su lógico enfado.
Jorge Lorenzo es un luchador nato. Tenaz, poco expresivo, e interiorizador de las emociones. No tiene el carisma del italiano o el catalán; ni siquiera del excelente Pedrosa. Ha ganado sin apelativos pero entre un bosque de caras raras y diversas. Unos dirán que no ha sido justo campeón, pero yo diré que sí. No tendrá nunca ni de lejos la magia del mito italiano, pero eso nunca debe importar. Ha hecho exactamente lo que tenía que hacer para ser el brillante campeón: correr sin fastidiar a nadie.
Pero el tiempo emocional es variable y distante. Las carreras a veces se prolongan fuera del circuito casi inevitables. Y eso está de más.
¡ENHORABUENA, J. LORENZO!

domingo, 1 de noviembre de 2015

- ENTERRADO Y FELIZ -



Mi padre era ateo y antireligioso, pasota, tierno, olvidado, inocente y noble.
Cuando falleció en marzo de 1982, el desorden estructural en mi familia se potenció y pareció como si su pérdida no fuese tan importante y hasta decisiva. Mi padre fue un muerto casi inexistente y siempre abandonado y desasistido. Como mi madre, o como yo ...
Yo, existía pero no estaba. Mi hermano le hizo responsable de todas sus calamidades, y mi madre se hundió todavía más. Yo, casi ni me enteraba de lo que sucedía, ni de la importancia de su muerte, y ni siquiera de la importancia de mí mismo.
Esto de los cementerios y de los sentimientos, ha dado paso a muchos vaivenes y mucha dinámica comercial. Hay y había que estar muy atento y muy con recursos de actuación. Si no decías nada ni te informabas, ibas dado. El cementerio crecía y crecía, y somos muchos, y además todos moriremos, no valdrán excusas, y hay que moverse siempre. Que es la salud y la inteligencia.
Pronto sabré dónde está mi padre. Aunque, sea aproximadamente. Han pasado muchas décadas y afortunadamente he salido de mi Babia camino de mis sentimientos verdaderos, auténticos, progresivos y estables.
He averiguado que en el 1987, al no dar parte a la corespondiente empresa funeraria, los restos de mi padre fueron legalmente vertidos y juntados con los de otras personas en fosas comunes.
¿No he querido yo a mi padre? ¡Mucho más de los que podía imaginar! Comprendí finalmente su tremenda historia, a la vez que yo iba despertando de mi sueño fatal. He ido al cementerio, me han dado unos teléfonos de referencia para averiguar qué ha pasado con él, y el chaval de la empresa actual funeraria me ha informado bien con una sonrisa y simpatía más que profesionales. Trabaja bien en lo suyo este hombre. Es espontáneo y tal ...
A mi padre le quiero a mil y de modo progresivo. Cada día que pasa le quiero más porque he podido comprenderle y comprenderme a mí mismo.
Mi hermano no se entera, y para él es como si nunca hubiese existido. Ha pasado la página y ya está. Mi madre le perdió sin darse cuenta, sin ser ayudada, desde el olvido más comodón y miserable por parte de una familia peculiar y tremendamente nebulosota. Desde un desencuentro de espanto y terror y real. Mi familia más inmediata fue demoledoramente errada y ausente. Nunca entendió unas claves imprescindibles. Nunca vió ni le pareció especialmente mal lo que sucedía.
Paso página y vuelvo a mí. Yo he logrado sobrevivir al tsunami y a los brutales desencuentros que convirtieron a los míos en un barco a la deriva y sin la más mínima compasión ni presencia de nadie.
El pasado me da un carajo. Solo vale el presente. Nadie más que yo irá al cementerio a ver lo de mi padre. Pero yo sí iré a ese recuerdo, siempre iré a ese cariño, siempre iré a esa cita ritual y final aunque también sea ateo y hasta antireligioso como él fue siempre.
Y en 2015 alguien se interesará feliz y necesariamente por mi padre: yo. Un yo realmente definido y convertido al amor incondicional hacia él y al agradecimiento eterno. Los restos de mi padre podrán tener finalmente visita, dedicación y amor. Alguien preguntará por su nombre y por sus apellidos tras décadas de triste y terrible anonimato. Yo, le honraré. Y nunca mi padre morirá. Al menos mientras yo viva. Mientras yo viva se sabrá de él. Y cuando yo muera que el destino decida lo que quiera. Te escribo porque te quiero. Sí, papá. A tí.
-QUE TE LLAMAS SIEMPRE, ALFONSO ORTÍ FUENTES -

martes, 27 de octubre de 2015

- NO -



En la tarde acortada del octubre de mi hoy, me vino la nostalgia de un tiempo que ya no existe. Y entonces imaginé vacíos, ausencias, desilusiones y demasiado silencio.
Era aquel un tiempo desnudo y cruel, tirano y sin alicientes. Un período de mi vida terrible y excesivo, canallón y doloroso. Y hoy parecía haberme metido nuevamente en el interior de esa cueva impasable que es el no a las ilusiones y a los sucederes que seguirán viniendo.
No. No es el cambio de la hora, no es el pasado, no es la sombra, y ni siquiera el yo que nunca más seré. Jamás. Solo hay un cansancio y un detenerme en el camino de mi vida, y un repaso y una reflexión personal.
El pasado ataca amenazante pero ya no tiene munición ni puntería. Es un pasado romo que se hizo añicos a base de tenacidad y trabajo.
Sé que mi camino se sigue construyendo porque soy tenaz como una roca y porque mi vida se va a hacer con más ilusión que este pequeño descanso en el camino. Ahora ya nunca nada se para. Hace tiempo que yo me hallé a mí mismo y me van estos retos. Y combato esa nostalgia con la curiosidad de un explorador sempiterno.
No. No es el octubre ni la luz. Solo soy yo. Y ese yo va a seguir explorando y perfeccionando su horizonte, y haciendo una solidez y una continuidad. Y mañana llevaré a mi madre al médico a ver cómo le va la recuperación del constipado que la aqueja, y dentro de un rato me iré a un concierto de música, y seguiré aprendiendo en las próximas fechas el canto coral de la Asociación de la que formo parte, y seguiré y seguiré siempre caminando y buscando bifurcaciones en los caminos que me lleven a las aldeas de la sorpresa.
Y lograré seguir aprendiendo constantemente y descubriré mil cosas nuevas que otrora me pasaron desapercibidas, y alcanzaré muchas de mis metas con final real.
Nada será como antes. Aparecerán caras nuevas en mi vida, y mi mirada será más mía y estable, y la vida volverá a brotar a borbotones comme il faut, y lloverá, y hará viento, y saldrá el sol. Desaparecerá la borrasca, y vendrán más anticiclones y más deseos y conquistas camino de mi libre y plena realización como persona.
Y seguiré creciendo, y aprendiendo nuevamente, y domando adecuadamente mis dolores y mis desacuerdos. Me seguiré haciendo al camino y a la vida, y volveré a relajarme y a sentirme la sonrisa en la vida y el ánimo en el corazón.
Es lo más apasionante que me pasará. Que lo más duro, ya pasó. Y mi individualidad estará robusta y preparada, necesaria y oportuna, consecuente y abierta.
Mi buen propósito dejará paso abierto y franco a las concreciones, y cederán las verborreas inanes y de orla.
Me pondré tranquilo y me saldrá el humor y la chispa. Y nunca jamás dejaré de escribir mis sentimientos en un papel. Nunca me guardaré nada de lo que crea, y lanzaré al aire de mi verdad todo mi sentir.
¡Adiós, otro tiempo! Adiós y hasta siempre. Ya no eres yo, ya no formas parte de mí, no me tienes esclavo sino siempre rebelde y renovado. No tienes nada que hacer. Porque me he labrado y seguiré laborando el músculo de mi futuro con la decisión valiente de un soldado definitivo y valeroso. ¡Ciao, atrás! ...
-HASTA NUNCA-

miércoles, 21 de octubre de 2015

- DESBOCADA PASIÓN -



Superior. Arrebatadora y deseosa. Ganadora e imbatible. Pasión sin control desde el deseo nata. Pasión que golpea de bienestar a los amantes atrapados desde el influjo de su enigma cómplice y compartido. Sangre a dos.
Lluvia de amor y sudor frente a unas hierbas salvajes en el campo. Salpica el fluír desbocado en medio de un escenario que nunca va a importar y que será inaudito e irreductible. Siempre magno.
Y ahí, entre el fuego pasional, vibra la vida caprichosa y liberada de todo el tabú por otros censurado. Ahí está el avive, la fluidez, el vívere, el incadescente magma de volcán que quema para bien y que convierte el rojo en azul cielo y el verde en vida desnuda y copulada. Unida y férrea.
Calor. Un calor especial y dual, apartado y feroz, libertino y selectivo, especial e irreproducible, a mil formas, y telas, y texturas, y sexualidades, y complementos, y rosas y colores de amor apasionado y consentido. Golfos felices de sentimiento compartido. Cabos heterodoxos de placer, y playas casi predestinadas a vaciarse de gente y potenciarse de intimidad al aire y al gusto.
Sabores, gemidos y acústica que nace de todos los poros y orificios, de todos los gestos sensuales que hacen del rey amor una libertad, un universo propio y un reloj alternativo. Sentimientos sin reparos, agitados, demostraciones a la luna de la verdad y de la postura.
Cama de amor y sillón plurifuncional. Libro tolerado para casi todos los públicos adultos y con derechos. Piernas depiladas, tatoos en donde se sabe que agrada, concesión y femineidad, ausencia de edad, atmósfera que cohabita con el mundo de lo racional con altanería, potencia de pólvora y orgullo.
Atletismo en el lecho en donde el amor es un líquido que rebosa todas las conveniencias y abre todo el apasionante mundo del exceso. Vino de boca y lengua compartida, danza en velos resistentes y siempre soñados, arrebatos de amor y sorpresas, de irracionalidad y vagina, de miembro natural que sabe que nació para descubrir mundos ajenos y llevar el gusto hasta la iteración muchísimo más que aceptada.
Medias que cayeron y se paladean, hilos y tirantes de todos los colores que se despegan del cuerpo y vuelvan al olvido del suelo y de la indiferencia mentirosa como un maniquí. Todo sobra. Gana el desnudo y la piel, y como se es, y el vestido se torna incómodo e inoportuno, absurdo y menoscabador, ingenioso desde las aperturas estratégicas y hasta oportunísimo para jugar con él a todo lo contrario de lo que fue pensado e ideado.
Pensar la pasión es como saltar de planeta en planeta o como imaginar que el sexo no existe, o como creer que el deseo lo inventó un tipo llamado Lucifer y nunca una dama de akelarre llamada libertad.
La desbocada pasión se dicta y se hace consensuada y siempre inesperadamente. Pensado y hecho. Aquí te pillo y aquí te entrego. Aquí me doy y allá me haces. Y acepto tus entradas y locuras, tus recovecos y pliegues, tus arrugas inexistentes, tu verdad ensalivada y vomitada en cada centímetro de la geografía de tu físico, y cuando sencillamente nos llega la pulsión y nada puede existir.
En medio de la gran tormenta pasional se masca la curiosidad y el vigor de un pájaro saltarín y amarillo, y el mar admira a los amantes con la calma de su viento detenido para no molestar. Pero el hipotético temporal nunca existe. Porque es un estruendo de magia y deseos colmados que se debate entre la felicidad y el apasionamiento derramado y grato.
-FUERZAS MUTUAS E IMPARABLES-

domingo, 18 de octubre de 2015

- LA TÍA MARUJA -



Todos los domingos. Los domingos por la tarde. Allá a las cuatro. Mi madre decidía su tiempo y el tiempo de ocio de sus hijos. De mi hermano y de mí. Y ese momento coincidía con la marcha a pie a casa de la prima de mi madre. Sí. De la tía Maruja.
Algo había que hacer. Mi madre tenía dos niños sin socializar ni juntar con los demás niños de su edad. Y mi padre se despreocupaba, dormía la siesta, y luego se marchaba al bar de la esquina en el cual permanecía hasta la hora de la cena.
Allá que íbamos los tres caminando. Nunca hubo coche en casa. Y como nos gustaba a todos andar, así nos ahorrábamos el billete del autobús de la ida.
Desde mi casa alcanzábamos el antiguo hospital "La Fe", y continuábamos buscando el vetusto y abandonado Camino de Moncada hasta girar hacia la izquierda y hallar por entonces las afueras de la ciudad de Valencia en plena y autóctona huerta. Por ahí acababa el exterior de mi ciudad y aparecían los bloques de viviendas todavía no contiguos. En uno de esos bloques estaba la casa de la Tía Maruja y de su marido sevillano el tío Juanito y nuestra prima María Amparo ya casi una adolescente presumida y hasta previsible. España estaba cambiando a pesar de la pared del vetusto franquismo. Empezaban a aparecer los primeros coches, y en muchas casas ya estaba la televisión del blanco y negro. ¡El cine en casa! ...
Le dábamos todos un beso a mi tía Maruja. Mi tío Juanito andaba con la siesta, y María Amparo váyase a saber lo que estaría haciendo en su cuarto.
Sus otros hermanos, Juan Miguel y José María ya eran los dos unos jovenzuelos y habían partido camino de la doscoteca con sus pandillas de amigos. Rara vez estaban.
Mientras mi madre charlaba todo el tiempo y en valenciano con la tía Maruja, nosotros nos entreteníamos viendo la televisión. Y cuando iba a empezar el mítico programa "El hombre y la Tierra" del doctor y naturalista Félix Rodríguez de la Fuente, aparecía mi tío Juanito y se sentaba con nosotros en su silla del comedor para ver el programa. Después, cuando le parecía bien, se bajaba al bar para estar con sus amigos.
Recuerdo aquellos pasajes casi fugaces de mi infancia como significativos y estimulantes. Viendo la tele se distraía uno. Pero yo no podía siendo niño valorar las tremendas carencias y angustias de mi madre a la hora de contentar a sus hijos. ¡Menos mal que estaba la tía Maruja que nos acogía con cariño, humanidad y campechanía! Y además veíamos en la tele los dibujos animados  y hasta los partidos de fútbol de la Liga. No estaba nada mal ...
No todos los partidos, porque a la hora del fútbol aparecía de nuevo mi prima María Amparo, cambiaba de canal y ponía un programa de música que a ella le gustaba mucho. ¡Ya nos había fastidiado un poco la guinda del pastel! ...
Las nueve. De la noche. Vuelta a casa. Esta vez en el autobús línea 27 que iba desde la Ciudad del Artista Fallero hasta la Carretera Real de Madrid. Descendíamos en la parada que había en la Plaza de Santa Úrsula al lado de las Torres de Quart. Y desde ahí, a casa. Por lo menos nos habíamos distraído un poco.
Un día la cara de mi madre palideció. Alguien le dijo que la tía Maruja había fallecido a sus escasos cincuenta y pocos años, a causa de una cosa del corazón. A mi madre le supo mal porque la quería a mares y porque se quedaba sin opciones de ocio para el domingo de sus hijos.
¿QUÉ HARÍA AHORA? ...

lunes, 12 de octubre de 2015

- RENACER A LOS CINCUENTA -



Casi de repente, no es posible. Se hace poco a poco y ante el estupor de los demás. Me ocurre. Aparecen unas situaciones nuevas y hay que tener la habilidad social de saber sortear. Nuevo. Todo es nuevo y alegre. Siempre, alegre.
Me pasa a mí. Aunque no lo parezca, estoy empezando realmente a vivir. Y observo unas dificultades que han de estar en el guión si se fue la lógica del atrás. Autogestionarse casi de repente, paulatina y firmemente, es todo menos sencillo. Y a la vez, más que necesario.
Renacer a mi edad parece una osadía y un logro a aplaudir. Cambiar gran parte de mis esquemas, porque precisamente crezco y renazco. Salgo a la superficie, y releo y hasta retomo el tiempo actual. El atrás parece el gran hándicap. ¿Cómo explicar el atrás?, ¿cómo hacerte creíble y aceptado sin peros? ... Me temo que eso es más que imposible. La única llave es la autoconvicción. El yo buscado y auténtico. Lo que los demás hagan o piensen, debe ser paulatinamente visto como algo menor y hasta indiferente.
A mi edad es muy difícil conectar. Lo asumo. Lo veo en las charlas y en las sorpresas con las otras gentes de mi edad. Ell@s están de vuelta y yo tomando mis primeros autobuses de la ida. Es realmente complejo y hasta hilarante. Casi todo es desencuentro. Absolutamente, con todo. Las preguntas que no te van a hacer, son realmente el gran obstáculo. ¿Quién será el tío éste? ...
La sonrisa convencida es la mejor de las tácticas. Seguramente no sabrán ni entenderán apenas nada de mi vida de atrás, pero he de saber asumir absolutamente esa incomprensión.
Caminar siempre hacia adelante. Reivindicarse y hasta ser un poco más egoísta. No tener pudor ni complejos. Solo quiero que mi adultez progresiva provoque buen rollo entre quienes me rodean. Y no renunciar a mis hobbies y aficiones. Disfrutar de cada momento, de cada trino de los pájaros, asumir las renuncias y lo que ya no podrá ser, ser tenaz y combativo desde mis más profundas convicciones, y saber parar cuando algún insolente miope me malcomprenda.
Sonreír siempre. Y, de verdad. No suele fallar. Me encanta lanzar y lanzarme una mirada de sonrisa y hasta de autoestima. Sé que mis conocidos actuales acabarán siendo verdaderos amigos. Estoy más que absolutamente convencido. Mi peor enemigo es la ansiedad. Si me tomo las cosas con más calma, lograré recoger mis frutos deseados.
¿El amor? ¡Oh, magia! ¿Encontrar a una señora para querer y ser querido? ¡Oh! No hay nunca nada que planificar. El amor nunca se planificará. Porque es una energía que está por encima de mi y de ella. El amor sorprenderá si ha de sorprender, y entonces ella me hará tan extremadamente feliz como yo a ella.
Tengo cincuenta y cinco años. Y, muchas cosas que aportar. Me considero un hombre joven y divertido. Ocurrente y de buen fondo. Calvo, con gafas, simpaticote y hasta apasionado. Siempre crecedor y progresivo, camino de mí mismo.
Nada de utopías. Todo es posible en mi vida. Me quedan algunas décadas en este peregrinar mío y heterodoxo por el sendero vital. Al final de mi tsunami personal, tuve suerte. Creo que el azar siempre influye. Y que ahora mi camino hacia el jubileo se definirá con éxito y con el bienestar que antes no estuvo.
Creo en mi sonrisa, y en mi paso, y en mi mirada, y en mi singularidad, y en mi heterodoxia, y en mi risa y en mi llanto. Me importa un pito mi edad.
-ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO MI DESNUDO-

miércoles, 7 de octubre de 2015

- EL GAZPACHO -



Alto, ancho de espaldas y cuerpo de soldado. Gafas de cristal grueso y una realidad marcada por el mal fario. Raro y brutote al hablar.
- "¡Yo os haré gazpacho manchego!" ...
Su nombre es Jorge y nació por entre los mágicos pueblicos que acaban llevando a Cuenca, ciudad tesoro de encanto y de parajes más que destacados.
Nos engañó, porque le obviamos a gente como a él. Nos pasan desapercibidos porque tenemos demasiada prisa en la sensibilidad y en la fijeza.
- "!Ah, vale, pues perfecto, Jorge! Este domingo comeremos gazpacho hecho por ti", le contestamos...
No solemos querer a gente como Jorge. No queremos más problemas que los que surgen desde ese individualismo asocial y de supervivencia que es nuestra vida cotidiana.
Jorge estaba serio, extraño, como distraído, nerviosote, impaciente ...
Una amiga centroamericana me abrió los ojos y me dijo que le daba la sensación de que este muchachote no estaba al cien por cien bien de ahí arriba.
Comuniqué las impresiones con celeridad a los comensales. Tuvimos mucha paciencia caritativa con él. Le pusimos complicidad para salir del paso. Jorge estaba tan bloqueado que no acertaba siquiera a hacer el fuego, ni a cortar los cachitos de la carne, ni a dejar de ponerle exceso incorrecto a un producto delicado. Hasta amenazó en rabieta, asegurando que o nos callábamos, o se iba a su casa. La comida fue una anécdota mal cocinada e infantil, y todos menos yo pusimos excusas para no probar bocado. Había demasiado riesgo contagioso.
Acabado el acto, hablé con él. En efecto, hay una deficiencia en Jorge. Pero en su característica hay igualmente verborrea y lucidez. Y entonces se le abrió la confianza y me contó que había querido ser militar y que no había podido ser. Y luego, policía y tampoco. Y eso era su pasión. Acabó de agente de seguridad veinte años, custodiando superficies comerciales. Pero a él le gustaba la milicia y los coches de la policía con sus sirenas. Mas no pudo ser.
Un pariente le enchufó y pudo ser seguridad comercial. Sin armas de fuego. Y en su plena actividad  bastante insatisfecha para él, alguien le puso una pistola en la cabeza y un fusil en la espalda. Había ola de atracos en los polígonos industriales. Se le sumaron dos atracos más en setenta y dos horas. Jorge, se derrumbó del todo.
Le dieron año y medio para curarse, y después le despidieron tirándole definitivamente a la incapacidad permanente y a ser pensionista de por vida.
- "¿A que os ha gustado mi gazpacho? " ...
- "Sí, Jorge", todos al unísono ...
Cuando se levanta por las mañanas no tiene nada claro el qué hacer y cómo distribuír todo el tiempazo libre que tiene. Igual se vuelve a dormir, que hace senderismo por inercia, o que come entre horas. No quise preguntarle por su familia o por sus amigos. Me supo mal. Entre toda la sociedad y yo el primero, le hemos convertido en un olvidado con piernas.
-TE QUIERO, JORGE-

domingo, 4 de octubre de 2015

- POR FIN, ANDREA. -



Me hechizó y sorprendió toda tu vitalidad. Porque ya no eras precisamente una niña, pero no se notaba, Andrea. Eras y eres torbellino y exceso, descaro y audacia, sorpresa y también menoridad.
Yo llegué a creer en tí y en tus cosas. Creía en tu entusiasmo y en tu capacidad de reír más que nadie y demostrar el empaque de tu mundo vivido.
Sí, Andrea. La verdad es que al principio engañas mucho, y bamboleas de un lado a otro femenina y pícaramente tu melena de profundo color oscuro. Y sacas los tirantes y los tatoos cuando haga falta y en toda estación del año, y sabes sacarle ventaja a tu antigua belleza y gracia de mujer.
Entonces, ¿por qué no lograba conectar contigo?, ¿por qué me entraban unas tremendas dudas cada vez que concluía tu fiesta y tus ruídos musicales y bullangueros del tiempo repetido de tu ocio?, ¿por qué si eras tan mágica sentía la falsedad en medio de las ilusiones? ...
Pronto, no hallé la respuesta. Tú representabas el mundo distinto que yo nunca anhelaba pero que me servía para distraerme y para que pasasen más rápidas las agujas del reloj.
Me costó conocerte, Andrea. Fui miope, sorderas y hasta pelín masoca. Porque estaba claro que me mentías con tu rechazo. Pero, no a mí. Tú rechazabas mucho más que a las cosas puntuales y fugaces, festeras o de diferencia.
Empezamos a alejarnos en afecto no por el hecho de que nuestros gustos fueran diametralmente opuestos o porque a uno le gustase el verde y a la otra el azul. No, Andrea. No era éso ...
Era algo mucho más potente, veterana y juvenil Andrea. No era que no hubiese comunicación suficiente y todas esas concesiones necesarias. ¡Nada de eso! Lo que fui descubriendo con el paso del tiempo es que te repateaba que te llevasen la contraria, que tú eres una vanidosa impenitente que quería ser el centro de todas las atenciones y también el real bastón de mando, Andrea.
Sorda, vulgar, ventajista, profundamente egoísta, maniática, sin capacidad para ponerte en el lugar del otro, y amante de los pelotas y de los corifeos de victimistas y arribistas como tú.
Por eso no puedo quererte, Andrea. Porque te domina la soberbia, y porque descalificas y sambeniteas a los que te plantan cara con su libertad y te dicen las cosas que no te gusta oír, a la cara.
¿Quienes somos los demás para retar a la reina del mambo?, ¿cómo puede ser posible que unos seres menores te puedan poner las peras al cuarto?, ¿no es eso osadía  inaceptable? ...
Por eso te digo que ciao, Andrea. Que, te aguante quien lo desee pero nunca, yo. Me has decepcionado como persona. No eres de fiar, aparte de soez, vulgar, machista sin saberlo, zafia y autoembustera. Me voy porque me hacías sentirme irreal y desconcertado.
Eres una perdonavidas; alguien que no avanza, que busca amigas pelotilleras que no lo son. Porque si lo fuesen, Andrea, entonces te aconsejarían que dejases de una maldita vez tu tiempo de diva ridi y que descendieras de tu olimpo absurdo.
Solo eres alguien como los demás, y no lo sabes, Andrea. Por eso me gustaría que un día lograses tomar contacto con la tierra real.
-Y ESE DÍA VOLVERÉ -