domingo, 31 de julio de 2016

- RÍO OLÍMPICO -



En el corazón del calor del país-continente de Brazil, en el hábitat de Pelé y Lula, de las garotas o Toquinho, donde la samba y el carnaval, y en donde la belleza es una religión, durante unas cuantas semanas se abre un espacio nuevo, inédito, deportivo y olímpico. Los Juegos de Río de Janeiro 2016.
Allí, en medio del calor amarillo y del terrible desarrollismo que acrecienta las violencias y las inseguridades y potencia la miseria de las favelas, Río se dará a conocer al mundo mediático y actual que perseguirá a los ases de las diferentes disciplinas deportivas, en cuya cúspide del Cristo del Corcovado aparece la efigie de la gran despedida del  Jef y Summo Sacerdote vertiginoso, Usain Bolt.
El olimpismo dentro del contexto del neoliberalismo, la religión contra el dinero, y la alegría del exceso que trivializa los dramas distrayéndolos alrededor de centenares de atletas que buscarán retos y nacionalismos sobre sus medallas. 
La nostalgia dentro del enorme calor. Los Juegos, dentro del brutal profesionalismo, suenan a antigualla nostálgica en donde nos da por recordar a la esencia y etiología griega cada cuatro años. Y para no perder la santa tradición del noble valor de lo que pudo ser y es el valor deportivo, se elige un país, una ciudad, una villa, una sede, un capricho, una oportunidad, una audacia, una épica, y un enorme negocio especulativo que ubica en el mundo conocido los lugares lejanos e inhabituales como el romántico Río de la chica de Ipanema y todas las de Copacabana.
Samba y sol, y todos los recuerdos en esta gran cita de postal obligada. Portugués. Carioca. Pasión y realidad.
Maracaná dará todos los grandes pistoletazos de salida, y el fútbol de gen dejará por unos segundos paso veraniego al atletismo, el basket, la natación, o a cualquier otra disciplina aspirante y literariamente atractiva.
Los héroes de Río escucharán siempre y olerán que Brazil es mucho más que un capitalismo previsible o que un dominio general de la raza negra sobre la más pálida.
La mierda del dóping será la moscosa sombra que pivotará desde la duda sobre los que ajan el optimismo y la gran fuerza humana y atlética de la sorpresa. África volverá a su Continente esclavista, y keniatas o etíopes harán del tartán una salida al cole para divertirse como los niños superdotados  anhelantes de un futuro mejor para sus vidas. Las medallas olímpicas tienen casi más fuerza que los puestos obtenidos. Una medalla en los Juegos es como levantar un trofeo inolvidable y especial. Un beso al recuerdo de Joao Carlos de Oliveira.
Bolt es la gran incógnita y a la vez la gran esperanza. Nadie quiere que se lesione ni que pierda, porque el dios humano hace grande a todos los eventos en los que está y en donde solo el atletismo es levemente eclipsado por los chicos de la NBA, pronto gobernados por la señora Clinton.
Pero, hay muchos Brasiles y muchos Ríos. Hay un tejido humano, y lleno de energía y de hedonismo y belleza. Las mulatas cuyos traseros son celebrados como los más hermosos del Globo, las playas, la música, el mar de sueños, el baile y el salto, la capoeira, el travesti liberado, y el deseo de irse siendo amateur y de cualquier clase social a jugar el eterno partidillo de futebol y de arte malabar con el balón arenoso entre los pies descalzos.
Brazil se desnuda ciertos velos y nos ofrece la posibilidad televisiva de estar más cerca, más con ell@s, y más con su magia de creatividad y virtuosismo nada común.
¡ADELANTE, RÍO!

viernes, 29 de julio de 2016

- GERLD HUYE DE SÍ MISMO -



Castizo, vivido y extravivido, Gerld es gracioso y arrollador. Presumido y exhuberante, sonoro y mal hablado con tacos inoportunos que le sobrevienen y de los que se arrepiente en seguida.
Siempre me pareció extraño. Está arruinado, se movió brillantemente en el mundo de los negocios, no paró nunca de viajar, rompió con su mujer, y su vida se abrió contradictoriamente cuando las luces y el oxígeno de la Democracia derrotaron por Cronos y goleada a las huestes del general Franco. 
Gerld siempre fue contradictorio. Es su verdadera raíz. Cuando se le rompían los bolsillos del dinero a espuertas que ganaba, se decía partidario de otra ética más humana que es la de la izquierda que ampara a los que menos tienen.
Pero Gerld es envidia y ambición. Era demócrata y le gustaba el dinero, disfrutaba del golferío y de las señoras bellísimas y estaba casado, era vital e imparable, y un día su cuerpo le gastó una mala pasada.
La cabeza de Gerld es una wilkipedia de astutos acontecimientos y de actitudes reveladoras que hicieron historia en este mi país actualmente desgobernado llamado España. Se sabe muchas cosas porque es talentoso y cuando quiere, se ubica. Pero en su barba descuidada y en su voz aguardentosa hay bastante más tralla que la derivada de las fiestas que en su Madrid abrió el telón el alcalde Tierno.
El otro día le miré a los ojos y tosió nerviosamente. Como es un fondista y hasta trilero de la oratoria, se rehizo en seguida y volvió a ser el centro de todas las atenciones. Pero le vi gritar más de la cuenta refugiado entre su taco feliz y malsonante. Sabe apañárselas para gustar a las mujeres y especialmente a las más jóvenes que él. Porque las desconcierta gustosamente y ellas ven en él a alguien más que a un padre entrañable y de jolgorio. Le ven activo y sin tedio. 
Gerld llegó a ser feliz y todo. Hasta que le asaetó un tiempo icónico y diferentemente real. Le detectaron una necrosis cerca de su pierna, y entonces va y parece que se curó totalmente y no ha vuelto a recaer.
Mas lo que yo nunca pude sospechar es que afirmase que él se movía bien con las energías y que era hipnotizador. ¡Más verborrea! Y tiende a creerse sus milongas si por en medio hay chicas atractivas y ambiente proclive.
Huye. Porque Gerld debe decantarse entre su frustración dentro del Sistema del dinero que le huele  peor que a necrosis, o irse por los cerros de una nueva realidad energética más grata y hasta práctica. No quiere las relaciones serias. No es feliz. Prefiere vivir al día y que el santo sol puede salir todos los días por Antequera. O, por donde sea ...
Y con la edad que tiene, nadie puede hacerle ya una regresión que le lleve al interior de su propia realidad. Está tan lejos de sí mismo que lo tienes que aceptar tal y como es y con sus gracias, o sencillamente se levanta y se va con su música a otra parte.
Me he dado cuenta de que es tímido. Un tipo de mundo, más vivido que un magnate, juerguista irredento, embaucador profesional, y además timidón inicial. Sí. La vida es compleja.
Lo que le gusta a Gerld es la playa. En el medio de la arena pondría su dinero, su cervecita, sus chicas y hasta sus energías esas de la hipnosis y de la otra realidad. Porque más allá de la arena está el enigma del mar ancho y azul. Y porque con el mar nadie puede. Y crece, y con el cambio climático se mete para adentro y rompiendo las distancias hurga y penetra cada vez más desde la orilla.
Gerld es así. O al menos, yo así le veo. Y le intuyo tanto dolor interior que no se me ocurrirá inquirirle demasiado acerca de su verdadera personalidad. Sé que si lo hago le dolerá más que demasiado.
-UN ABRAZO PARA GERLD-

martes, 26 de julio de 2016

- CINE= ¡TRUMBO! -



Si una película te tiene literalmente clavado en la butaca absolutamente preso de la concentración durante dos horas, y la emoción te llega como un puño inteligente, pasa algo especial. La gente no quería levantarse al finalizar la proyección. Se estaba muy bien ahí.
Potentísima la historia de la represión y persecución acerca de la famosa "caza de brujas" del senador McCarthy entre otros en el transcurso de la guerra fría entre Rusia y Estados Unidos. La cruel censura del miedo. Del automiedo salvaje y sin escrúpulos.
Contundencia y literatura de nivel. Creatividad. Diálogos inteligentes y necesarios cuando se cree realmente en la libertad. Qué palabra más bella y necesaria. Y cómo se puede trabar esa idea libre cuando otros lobos sentimientos pueden rodearla. Que nunca, derrotarla ...
Un escritor y guionista descomunal, Dalton Trumbo, decide ser muy valiente y tiene a la inteligencia por bandera. Pero la represión es brutal y despiadada. No apta para cobardes.
Trumbo es valiente,cree en lo que cree, es irreductible, talentoso, guerrero, y tremenda y brillantemente humano. Se la juega en cada letra de sus gestos y escritos ante un Sistema descomunalmente violento. Le llaman antiamericano, traidor, le meten en la cárcel, pero la represión es anodina y menor en el genio. No logran desmoralizarle. Y sigue luchando como un zorro astuto y superviviente aunque ello amenace a su salud y a su propia familia. Su ira emana libertad, pero también demasiada fuerza y hasta ruido.
Regatea a la censura, sigue creando como un manantial de libertad, y entrega sus trabajos a los no sospechosos para driblar el tremendo peligro que se supone que puedan castrarle su necesidad de vida y de libertad.
Crear, inventar, ingeniar, imaginar, entrar, lograr fondos, no perder el tren frente a los cobardes taimados, le lleva. El motor es su contraataque, su vitalidad enfermiza, su colosal talento para entrar en las habilidades y en la emociones de sus aliados y enemigos. Su convicción es su palanca de éxito. Su día a día es su irreductibilidad.
Su talento de grito más el alma de los suyos,le hacen a un tiempo rectificar. Debe ser menos tirano con su mujer e hijos, y profundizar más en su autenticidad dejando atrás su tremendo rencor hacia quienes casi le matan todo.
Cuando las cosas vuelven a su sitio y todo se torna finalmente bien, el genio escritor sale de nuevo al mundo a cara desnuda y a cuerpo de emoción. Y mientras recoge todos los enormes reconocimientos a su colosal labor literaria, cuando las puertas libres se vuelven automáticas y más fáciles, cuando ya todos pueden oírle y loarle, entonces Dalton Trumbo lanza un mensaje de absoluta reconciliación. Y dice que se han hecho daño y hasta irreparable todos con todos, pero que nunca hubo un consciente deseo de hacerlo. Fueron solo emociones erradas y nunca una voluntad auténtica de demonización. Perdona al pasado y a las brujas de McCarty. Se perdona y se reflexiona sobre aquel tiempo horrible.
Mientras las lágrimas emocionadas acarician mis mejillas,me llega la idea de porqué hoy en Estados Unidos apenas hay autocríticas hoy en día. Es una pena, porque siguen habiendo directorazos, excelsos actores y guionistas solemnes y magnos. Y la reflexión es la misma conclusión que se hace Trumbo en mi opinión. Sucede que todo es el miedo lo que lo explica en su raíz.
Director, Jay Roach.
Intérpretes, Bryan Cranston, Diane Lane, Helen Mirren ...
-¡FILM FORMIDABLE!-

domingo, 24 de julio de 2016

- FROOME SE LLEVA UN TOUR ACCIDENTADO Y TEDIOSO -



Julio es el Tour. Llega el calor y te ganan las imágenes en vivo acompañadas por las voces habituales del simpático Perico y del animoso y entusiasta Carlos de Andrés.
El tercer Tour que se me mete en el bolsillo Chris Froome no ha sido un Tour al uso aunque el cartel era cinco estrellas. Pero en realidad el cuerpo de la emoción de la cátedra ciclista siempre es un azar. Porque nuestro veterano Alberto Contador se cayó el primer día, y más días, no levantó recuperación, entristeció la carrera, y su dolor interminable le llevó al pronto y lógico abandono.
Quedaba, Nairo. Si Alberto ya no podría soltarle hachazos al delgado británico del Sky, todas las grandes esperanzas de la emoción cuando la montaña explota, pasaban por la progresión del descomunal trepador andino. Nueva decepción. Nairo no atacaba. Nairo, frío como siempre, estaba siendo sospechosamente demasiado calculador.
En este Tour 16, ha habido montaña de sobra, pero sorprendentemente todo se ha decidido mirando hacia abajo la carretera. Y hasta los huesos. La tremenda baja forma del as colombiano, sorprendió negativamente, y permite a un ciclista como Bardet devolver la dignidad del podio a la France, con su más que meritoria segunda plaza, y Nairo queda tercero.
Ha sido un Tour decepcionante y estático. Mucho respeto temeroso ante el pletórico Chris Froome, y la idea de que todo podía ser imposible. Cuando vimos que Quintana este año no podía, echamos más todavía de menos el ciclismo valiente y ofensivo del ahora lastimado Contador.
La Grande Boucle, fue bastante desestructurada en su desarrollo. Demasiado tráfico de motos, demasiadas descoordinaciones entre corredores y coches de apoyo, demasiado caos, demasiados errores no forzados, y hasta cómicas caídas de pancartas sobre las testas de los deportistas. Casi todo el mundo se cayó con la lluvia, o se chocó contra espectadores y motos. Montoneras por doquier. La organización no debe ser tan emotiva y cuidar más su negocio carismático. Y respetar más la integridad del corredor, proponiendo menos senderos estrechos en etapas abarrotadas de aficionados. Faltó mano dura.
Froome llegó a ir en el mítico Ventoux corriendo hacia la meta sin la "burra", y eso pareció insólito. Fue una de las imágenes mediáticas de este año Tourisino. Se cayó en los Alpes, se levantó y enlazó muy pronto.Lo mejor de los españoles aparte del out sider Valverde, ha sido el más que meritorio Purito Rodríguez, escalador bravo y digno. ¡Qué mejor despedida del Tour para el catalán que su séptima posición final en la General! ¡Enhorabuena, Joaquim!
El ciclismo parece andar en ciclo de transición. Los grandes van calzando arrugas y no acaban de explotar los nuevos valores. Es un motivo de preocupación, y deberemos esperar prontos nuevos momentos de frescura. Parece que Nairo, Contador y hasta el mismo Froome, podrían presentarse en nuestra Vuelta de Septiembre. Esperemos recuperar ahí cuando la uva, las balas de las mojadas pistolas.
Porque la falta de rivales de Froome ha marcado este año la competición. Nibali acusó su Giro, Aru sabe lo que el Tour exige, y la regularidad y fuerza de esta gran prueba icono siempre pasan factura. Ha sido un Tour lluvioso, cambiante,pesado, demasiado aburrido, y con pocas ganas de sorprender. Ha sido el Tour de la gran decepción de la falta de fuerzas de Nairo. Hay que esperar que sea pasajero. Se le necesita. A pesar de no haber hecho nada, es tan bueno que logra rascar la tercera posición final del pódium de París. Deberán averiguar qué demonios le sucedió.
Acaba Juillet, y siempre echamos nostalgia de la carrera de los mediodías y del calor en vacación ibérica. Y a los que valoramos el sufrimiento y la dureza evidente de este deporte de esforzados y aventureros, le damos un tirón de orejas al miedismo.
-ESTO ES ÉPICA-

miércoles, 20 de julio de 2016

- VACACIONES -



Veo un asfalto, unas ruedas, un coche, un deseo, y unos míseros veinte días que el malhechor de mi jefe me concede. ¡Me largo al país que nunca sabrás! ¡La libertad no tiene denominaciones! Haré lo que me venga en gana en cada uno de los segundos de todo este cronometrado tiempo sin igual.
¿La brújula? Si ese artilugio puede orientar a un solo habitante de la humanidad acerca de mi paradero y ubicación durante mis vacaciones que ya vienen, entonces ese trasto es un error y un desacierto.
¿Marcarme metas?, ¿objetivos?, ¿planificarme no es negación de mi goce? Pues, nada de planificaciones ni de rumbos filtrados. A donde voy a ir y lo que voy a hacer, decido que no lo voy a decir ni a mí mismo.
Otro. Solo busco otra cosa, otro hacer y deshacer, atentar contra la obligación y tumbarme en la hamaca menos previsible de mi deseo. Solo quiero ser libre veinte días, y no tener que darle explicaciones a nadie, y amar el desierto y la santa novedad. Volatilizarme con mi sonrisa pícara en mis dientes de mi boca.
¡Campanazo de sol tostado! No existen las cadenas, ni Espartaco, ni las fronteras, ni mi cortesía. Voy a gozar de un tiempo breve y de reyes magos, de papá Noël, de Carnaval, de no pensar, de perderme entre las mujeres más de cine que pueda encontrar, tirar mi móvil habitual al castigo de la mazmorra del silencio, soñar e imaginar que nunca fui ni seré puteado, apartaré al Sistema con las manos y seguro que al otro lado de las ramas verdes del sendero que lleva a la playa hay un ovni o una magia con destino a otras galaxias, a otras licencias, a otros paraísos, a otros modos de pensar y ver, a otros budismos y hasta a otros atavismos.
Mi mundo de vacaciones se va a parecer a este lo que un huevo a una castaña. Y yo seré mi atleta de los Juegos Olímpicos, y el que batirá todos los récords visualizándome ganador y campeón, y el que toda la gente solo va a admirar y a envidiar más que profundamente.
Voy a cortarme el pelo, a dejarme barba, a estrenar un masculino tanga de playa, y apuesto a que voy a sentirme merecedor de besos, caricias exageradas, exotismos absolutamente sexuales, exceso, masa, agobio, aceite y arroz.
Vivac, cara dura, personalidad, baños en bolas y la aparición de una estrella con formas de mujer y capaz de multiplicarse por veintitrés. Lo voy a tener todo. Un millonetis del tiempo libre y merecido, un Rambo y un Sandokán del placer, un activista de las birras y de los bares, un especialista de los cortes de manga sutiles, unos pantalones cortos donde haga frío, y hasta un exceso de ropa en donde el calor achicharre a las minúsculas lagartijas.
Vomitaré placer y deseo, arcadas de satisfacción, risas, sonrisas, mediarisas, risotadas, y tremendos silencios de siestas y golferías. Seré el tipo más insoportable e impostado en todo este tiempo para los demás, y en especial para quien yo vea que esté laborando. ¡Jodeos! ...
Y nunca pensaré en la derrota que es la vuelta al trabajo, ni a tener que sorberle los mocos al jefe, y a que me explote y no me pague las horas extras, y en que luego manden los demás.
En estos millones de segundos,solo voy a pensar que soy un dios con brazos y piernas, y que los demás nunca cabrán en mi puto olimpo necesario.
¡ADÈU!

lunes, 18 de julio de 2016

- EL CAMIONERO ASESINO DE NIZA NO ERA YIHADISTA RADICAL -



Un cuento chino. No hay datos reales. Mohamed Bouhlel, el enrabietado y loco camionero que embistió contra la multitud durante la celebración del día nacional de Francia, ni tenía conexión con DAES, ISIS, el Estado Islámico, ni era yihadista radical, ni un terrorista de esta guisa.
Mohamed Bouhlel,era  un desquiciado. Un chaval de treinta y un años de origen tunecino, que se había separado de su mujer, se sentía un absoluto infeliz y perdedor, los negocios le iban fatal, tenía problemas mentales, no se sentía integrado, y sus señas identitarias olían a paria o a apátrida. Sentía que en el mundo ya no hacía nada, cogió una rabia descomunal, puso en marcha su gran camión blanco y embistió a la multitud. Cerca de un centenar de muertos. ¡El horror! ¡El tremendo espanto y dolor! ¡Mon Dieu! ...
En medio de la psicosis francesa o mundial, es bastante socorrido. Y esto es muy preocupante. Que las salvajadas acaben convirtiéndose en algo standart de los mismos malos oficiales. En este caso, no hay la menor prueba de que Bouhlel fuese un terrorista. Todo apunta a un desesperado enloquecido, el cual no sabía qué hacer con su vida y decidió morir matando y tirando su final por la calle de en medio.
Una conclusión de lo que se nos dice sin pruebas y sin rigor, es que todo hecho mastodónticamente letal y canalla, se atribuye al yihadismo radical. Y eso es bastante periodístico. Y una cosa debe ser la versión o visión periodística, y otra la verdad de las estrategias intestinas del Poder.
Esto es afear al periodismo, mentir a las personas, y abandonar el rigor para sostener una tensión hacia los musulmanes que aparenta ser defensiva o contraatacadora. Es la idea de la identificación rápida del peligroso, en donde hay un recurrente atributivo de cajón de sastre en donde todo se mete y cabe.
Terrible. Horror en Niza. Una salvajada de muertos y heridos. Un loco a lomos de un tremendo camión. Francia y el mundo en shock. En esta confrontación de odio mutuo y ausencia de rigor investigativo o concluyente, parece aprovecharse el desencanto y el miedo general para decir trolas.
En Francia hay lógicamente un escalofrío de dolor. Pero al igual que tras el espanto de las Torres Gemelas de Nueva York, veo muy poco afán de reflexión acerca de los porqués, y mucha alfombra roja hacia los sentimientos y los nacionalismos.
¿Hay guerra? Yo no veo la guerra por ningún sitio. Lo que hay es una estrategia del Sistema en la que priman los intereses económicos sobre y por encima del propio sentido común del mejor hacer. Se están haciendo las cosas en clave simplista y militar, y eso no es el camino. Solo es el camino para los fundamentalistas y fascismos de ambos mundos y posiciones.
El rigor parece un camión desbocado y oportunista. El loco asesino parece fabricado por el terror diabólico más la aquiescencia de los asesinos auténticos radicales. No hay un debate acerca del fracaso de la integración del árabe en Europa, ni de las causas de tal fracaso.
Solo oigo como loritos, repetirse en los medios las mismas consignas y palabras, las mismas imágenes, y el mismo horror puntual.
-Y ESO TAMBIÉN ES LAMENTABLE-

viernes, 15 de julio de 2016

- DICE QUE ES EL CUIDADOR -



El destino quiso atacar la conciencia de Jonás Santés. De modo sutil y hasta seductor, reaparecía el dolor inevitable desde la circunstancia seguramente menos probable.
Jonás, setenta años, silla de ruedas. Le acaban de asignar un nuevo cuidador. Vendrá dos horas y tres días a la semana. Le acompañará, le hará cuidados, le distraerá y hasta le querrá. Es el guión.
- "Yo soy su nuevo cuidador. Me llamo Daniel ..."
- "¡Ah, muy bien! Puedes tutearme, Daniel. Yo soy Jonás.
- "¿Como el de la ballena? Ja,ja,ja ..."
- ¡Ése, ése! Ja,ja,ja,ja. Sí ..."
Palabrería. Toda la palabrería. Porque a quien Jonás tenía delante, no era a un mero cuidador procedente del voluntariado. ¡No! ...
Jonás volvía un mirada retrospectiva hacia un tiempo de drama. A cuando se casó con su mujer María y tuvieron un niño. Y después, aquel maldito incendio que le hizo emigrar a Hannover, y finalmente cuando en uno de sus viajes de vacaciones encontró in fraganti y a sexo explícito a su mujer con un joven mozo de su Tordesillas del alma.
Le dolió tanto aquella traición que ya no volvió más a su pueblo. Jonás se radicó en Madrid y ya no rehizo su vida con nadie. Todas las mujeres se parecían a María. Algunos años más tarde de la desgarradora ruptura, le dijeron a Jonás que su mujer había fallecido a causa de las drogas y que el niño se hallaba en un orfanato.
El puto tiempo le hace trampas a Jonás. Tuvo un ictus que le ha dejado en la actual silla de ruedas, hacía décadas que no veía a su único hijo, y ahora un torrente de piedras de realidad le situaban en medio de las tristes heridas.
Porque Jonás ha mirado a los ojos a Daniel. Y le ha olido. Y sabe que sus gestos y ademanes son calcados a los suyos; más que similares. Y que no hay fantasías, porque un día que se decidió a preguntar por su hijo en el orfanato y le dijeron que ya no estaba ahí, le ofrecieron datos y fotografías. El suficiente material para avanzar ahora sobre las pistas concretadas.
- "Tienes aspecto de ser de pueblo, Daniel ..."
- "Ja,ja,ja,ja. Pues, lo has adivinado. Soy de Tordesillas, y ..."
- "¡Dios! ..."
- "¿Qué te pasa, Jonás? ..."
- "No, nada. Es que a veces la cabeza me hace extraños y..."
- "Tú tranquilo, Jonás. ¿Llamo al médico? ..."
- "¡No! ¡No! Ya se me pasa. No te preocupes. "
- "¿Seguro, Jonás?" ...
- "Sí. Estate tranquilo, Daniel ... "
Su misma finura, su mismo hablar directo, su no saber que está cuidándole a él que es su padre que le abandonó. Sus ojos. Porque los ojos de Daniel son inocentes y nobles, altruistas,incisivos, de mirada como de buitre ...
- "¿Estás casado, Daniel? ..."
- "Separado. No tuvimos hijos mi ex y yo. Ahora estoy probando con otra mujer una nueva relación. Pero estoy muy cauto y escéptico. El dolor no es grato y hay que asegurar, Jonás ..."
- "Claro que sí ...
Jonás piensa que no tiene nietos, y que nunca deberá decirle a Daniel que es su hijo. Y que lo mejor que puede hacer cuando su hijo le ofrece documentos en los que figuran su nombre y apellidos, es ser fuerte y resistir las emociones. No pensar, y disfrutar el día a día de las veleidades del destino.
-NO HAY MÁS-


martes, 12 de julio de 2016

- PORTUGAL, CAMPEÓN DE UN EUROPEO MEDIOCRE. -



En ese fútbol de exceso popular, bacanal y burbuja, en la cual el todopoderoso dinero destroza barreras y sensateces, los nacionalismos deportivos suelen ocupar lugares secundarios.
Los jugadores europeos llegan machacados física y mentalmente de sus competiciones interminables, y el miedo a perder determina la proliferación de modelos tácticos y estratégicos que van a condicionar las frescuras de los alardes individuales.
Ha sido esta de Francia 2016, una de las Eurocopas más mediocres que se recuerdan, y en la que incluso el fútbol estibador y totalmente físico no ha acabado de convencer a nadie. Los hombres del músculo han estado grises. Portugal ha ganado porque ha sido el equipo que más ha aguantado las adversidades y que mejor ha jugado con la tensión en el cuello.
La primera sorpresa, es que Holanda no estaba en la fase final. Un país pequeño, que desde Cruyff y su Ajax le dio al fútbol continental un colorido y una actitud ofensiva que nos vino más que bien a los que siempre creemos que nuestro deporte rey ha de ser osadía y renovación sin trabas. Vuelan bajo los oranges.
España, acusó el cambio de ciclo y ya no renueva título. Iniesta y los suyos hicieron el mejor fútbol de la competición, pero ya no logran darle continuidad y regularidad a ese nivel superior técnicamente que a todos enamora. Deben intercalar encuentros menores, y eso es un hándicap que se incorpora al equipo español. Nos faltó fuerza y frescura, que no belleza. Y los tiempos de altibajos suelen ser letales y te dejan en entredicho. Por eso nos eliminaron.
Alemania no lo ha hecho mal del todo y se ha vuelto a colar nuevamente por entre todas una semifinales europeas. Pero, y perdiendo señas de identidad, no tienen un goleador de garantías arriba y no es segura defensivamente. Y eso sorprendió a bastantes. Los teutones pusieron dominio y orgullo, pero nunca seguridad.
Italia estuvo como de habitual al nivel esperado. Tiró a España con sus fantásticos contraataques y su solidez atrás, y después desquició a Alemania y les cerró igualmente las ilusiones. Los azurros anduvieron por donde solían.
Inglaterra fracasó hasta el infantilismo de intentar jugar un fútbol creativo sin tener futbolistas para ello. Fue casi hilarante verles perder con la menor y eufórica Islandia, y los anglos dejaron suelo francés. Mejor así.
Francia tenía toda su presión. Jugaban en casa. Las diferencias entre las distintas escuadras eran más que escasas. Y Didier Deschamps apostó por lo mejor que su estilo de jugador le podía dar a entender. Músculo y seriedad. Morenos, pressing, velocidad y paciencia. Su fútbol. Pero nunca atractivo.
Empezaron bien con un excelente y técnico Payet, pero acabaron mal con un maravilloso bicharraco llamado Sissoko, que corrió más kilómetros en la final contra los lusos que un marathoniano. Sin resultados positivos. Y el ángel Griezman,-que salvó a su país en eliminatorias bien complicadas-, acabó con el sabor agridulce de quien siempre llega a una final para finalmente torcérsele todo y perderla. Como con el Atlético de Madrid en San Siro.
Cristiano Ronaldo dio su show de fama y cojera cuando se lesionó en la rodilla el último día. El niño y superjugador, lloró primero a mares su desgracia, y luego con tiritas y gasas subió para recoger el gran trofeo de Campeón de Europa.
Lo dicho. Un Campeonato anodino, coñazo y gris. Sin sorpresas y con músculos excesivamente castigados. Sin chispa ni sorpresas. Un torneo de perfil pésimo para los contendientes anunciados. Europa debe mejorar.
-NO HUBO FÚTBOL-

domingo, 10 de julio de 2016

- LE PASA ALGO -



Es un tipo valiente. Un luchador. Y un utópico a la desesperada. Tiene un corazón noble y una enorme insatisfacción que le acompaña desde siempre. Porque a Felipe Llop, le pasa algo. Algo realmente difícil de superar. Quizás, imposible ...
Felipe llega a su grupo. Pero no termina de integrarse. No lo logra porque no consigue que confíen en él ni que le acepten. Sigue siendo un aspirante a la normalidad y a la adaptación social. Hay una especie de extraña barrera mental que no le deja pasar a ser normal.
Felipe llega a un lugar, sonríe cortesmente, saluda, se sienta, pero a continuación guarda silencio. Y los demás le miran al principio sin saber muy bien qué pensar de él.
Felipe tampoco sabe el porqué de ese silencio. Si lo supiese, muchos de sus problemas personales ya formarían parte de su triste atrás. Pero, no. Su silencio tenso y tensador es y está ahí. Desarma y le desarma.
Es como si Felipe Llop se fuese del sitio. Aunque permanezca allí, parece que su cabeza se despide de los otros, y entra en ese silencio defensivo que a la vez es violencia de exclusión. Los demás. La gran asignatura pendiente de Llop. Los demás y su forma de interpretarles.
Felipe sabe todo esto porque lo vive con enorme tensión y dolor. Pero lo que más le duele es su impotencia para descubrir qué le sucede y la consecuencia de ese trastorno que no es otra cosa que una voraz soledad que le acompaña casi desde que nació.
Esa impotencia la vive como un espanto. Como un desgarro, como una asignatura pendiente por la que pasan los años y sigue sin lograr una nota suficiente.
Felipe llora a mares cuando nadie le ve. Y muerde el colchón y las sábanas para que sus estrepitosos gemidos de dolor nadie nunca los pueda escuchar.
Lo peor que puede por ahora sucederle es hacerse ilusiones a corto o medio plazo. No ve resultados. La gente le ve que no dice nada, y le miran raro y mal, y le esquivan, y le tienen estigma, y no le pueden comprender, y no entienden su tristeza ni su orgullo herido, ni su rabia, ni su deseo de ser absolutamente como los demás.
Él mismo sabe que le pasa algo. Y en esos momentos se derrumba y se diluye. Lo que pasa es que Llop es un guerrero, un irreductible, un tipo que sabe caerse y después  levantarse aunque todo lo tenga en contra. Su idealidad y su inconformismo se tornan a su lado aunque sus progresos personales Cronos los detiene.
Ahí hay que ver la valentía de Felipe. Del tipo raro. Es inteligente y sabe que sus fracasos y sus lamentos no van a ofrecerle alimento de recuperación y de nuevas energías. Y entonces Felipe decide no pensar apenas ni darle demasiadas vueltas. Solo sabe que debe seguir y que el no ya lo tiene. Y que quién sabe si tras una y otra vez de batallas perdidas logre un atisbo de algo que pueda proporcionarle un poco de paz para los últimos años que de su vida puedan quedarle.
Felipe sabe que lo fácil sería dejarlo y dejarse, tirar la toalla y aceptar la superioridad escalofriante de sus constantes errores de actitud de cara a la plena integración social. Y se caga en sí mismo y en su puto silencio tarado y descalificador. Y se pone a dormir y seda sus desgarros y heridas atávicas. Su puto silencio de desprecio autodestructivo hacia sí mismo y hacia los demás, está ahí. Pero Felipe no se rinde nunca ante su mala salud porque sencillamente es un héroe.
-TOTALMENTE INCOMPRENDIDO-

jueves, 7 de julio de 2016

- ENCIERRO -


Mañana de estrépito, humedad, fresco, nervios agarrotados y toda la aventura temeraria en la tradición. Atletas de blanco, caídas de vértigo, España, Pamplona, encierros, pezuñas, pañuelos rojos del santo, sprinters desatados, veteranos sensatos que pastorean la utopía de lo mejor, y todo el tremendo danger de los  laberintos de las melées cerradas.
Callejones, Estafeta, la Cruz Roja, las ambulancias, el chupinazo matinal, el chupito post despiporre, la sandía, la paella, la disco en el cuerpo, los bocatas, el afán, y unos tremendos cuernos de res brava que solo sabes que dan miedo cuando los tienes a milímetros de una penetración funesta que te lleva al hospital o al azar de la herida.
Asta siempre, asta picuda como aguijón defensivo, desafío a los toros, la gran batalla del enseñoreamiento y del conflicto de especies. Muy pocos toros frente a centenares de muchachos dispuestos a establecer sus revolucionarias reglas del juego fantasioso, turístico, vacacional y sui géneris,
Son bravos estos mozos que alguna vez leyeron a Hemingway de la misma manera que ahora leen al periodista de deportes Jon Carling que se siente indignado frente a la decisión del Brexit y que clama contra su país mientras se hace de los nuestros como el pionero Michael Robinson.
Sangre y susto, minutos eléctricos en donde su majestad el miedo empata con el dios del peligro y se casa con la musa de los épicos y hasta heróicos. Durante los encierros camino de la plaza de toros, no existe el reloj sino la cámara que devora y retransmite cada segundo voraz e intenso como una película de acción y de novedoso peligro. Siempre peligro. Danger forever. ¡Fiesta!
¡Fi-es-ta! Rompiendo diptongos académicos. La isla bonita del riau riau que baila jotas y que se abastece de la masa para llenar los bolsillos de la batería infraestructurista que ha puesto el gran cartel mundial y visto de la seducción.
¡Toros! Navarra, ¡Gora!, ¡Viva!, ikurriñas y banderas, reivindicaciones, y tetas de chicas al azar manoseadas por sobones machistas amparados en el exotismo del alcohol y de la sandez. ¡Esas manos quietas, machos alfa! ...
Borracheras y agotamientos, sexo al sol y al saco de dormir, al rico y necesario condón, el turista libre que decide que más fiesta es posible y que eso puede pasar aquí, la fiesta masiva que llena de vasos de evasión la ansiedad y el vicio del vivir cuando se es joven y cuando se puede y te dejan y no te ven. Y si te ven, riau, riau.
El toro rebelde se ha detenido mareado por un error de inercia. Se revuelve y sorprende al mozo asustado que se da cuenta de que no es tan grande cuando no puede escapar así como así del cornúpeta. El toro dios le arrea una y otra vez cornadas, y el hombre se defiende con la supervivencia en el reflejo defensivo. Finalmente, todo quedará empate. La fiera seguirá orientando de nuevo su camino a golpe de periódico y de gemelo y cuádriceps de un nuevo relevo humano ordenado. ¡Susto!
Agua de tormenta que resbala al calzado, a la uña y al tobillo. Todo se intranquiliza y desequilibra cuando el tranco de la manada inicia el vuelo. Ahí no puede haber sosiego sino inercias. La velocidad de los animales, su espoleo, su orgullo y hasta su gracia  en monumentalidad.
Una cámara inolvidable y japonesa ve los sanfermines y ya queda enamorada de por vida. Hay ahí algo mistérico que atrae como el flamenco, como el estereotipo o como todo lo previsible. Gusta el mozo free, y gusta reunirse unos días en un lugar ya en el mapa turístico para hacer un clinic y un máster del typical spanish, y beber de la bota de vino, y hacer de la jarra de cerveza un rosal, y de un manantial de besos un ardor de sangre, arena y love.
Pon un toro en tu talón, un susto en el pericardio, un acojone en tu yoga, y una adrenalina loca en donde está el clima del viento corajudo y cambiante.
-DONDE A LO MEJOR ESTÁS-

sábado, 2 de julio de 2016

- GORDA, GORDA, GORDA ... -




Estoy gorda. Siempre estoy y estuve gorda. Nunca como las demás mujeres de veinte años de mi edad. Gorda. No quieren que yo pueda ser feliz.
No sé cuándo empezó todo. Supongo que es en la infancia cuando te vas con las demás niñas, y ves que no puedes ser como ellas. Te vas a comprar ropa y a ellas les cabe cualquier cosa. A mí, no. Yo era la gran gorda de mi clase, la que se reían de élla, la que no me tenían en consideración, la diferente, la rara, la desagradable, la que dejaban sola, y la que solo la compasión de alguna minoría podía perdonarme. Porque estaba gorda, totalmente gorda, demasiado gorda, demasiado vulnerable, demasiado sin integrar, demasiado marginal ...
Demasiado especial. No fui nunca una buena estudiante, pero es que ir al colegio no era nada fácil para mi más allá de la comprensión de las asignaturas y de mis malas notas. Mis profesoras estaban y eran delgadas, algunas lucían hasta tipazo, y eso era un gran logro. Y los niños se enamoraban platónicamente de ellas y eso es lógico.
Mi gordura no era lógica. No encajaba ahí. Mi compañera de pupitre un día se me quejó porque decía que le quitaba las necesarias condiciones para estar a gusto ahí sentada y que le faltaban centímetros de su espacio propio que yo le invadía.
Mis padres también están gordos. Sanos, pero gordotes. Mis hermanos, no. Mis padres nunca le dieron demasiada importancia a mis kilos de más. Yo no sé si es porque les da igual o si la que les doy igual soy yo. No me siento querida por ellos.
Un día intenté averiguar la causa de mis tremendas lorzas. Es verdad que yo comía demasiado, pero también me invadía a la par un gran desasosiego y una gran ansiedad. Me invadía, y me sigue invadiendo. Porque yo con veinte años, sigo muy gorda. No es genético, ni de tiroides, ni de que soy muy anchota y de unas grandes curvas. No sé qué es ni qué pasa. Soy femenina, me gusta la ropa, y los chicos, y todas esas cosas. Y descubrí lo que ya me maliciaba. La espiral. No tenía flexibilidad, ni un porte atractivo, estaba demasiado triste, la ropa de mis amigas no me entraba ni en broma, los chicos nunca se acercaban a mí, iba a la pandilla como un adosado y en cuanto me veían todos torcían el gesto con desagrado, y yo seguía muy fuera y muy desmoralizada. Y mis notas no mejoraban, y el futuro es gris ...
Me hice mujer y me salieron unas grandes tetas que paliaban algo socialmente a mi en extremo gigantesco trasero. Yo me miraba una y otra vez en el espejo. Me cansaba, no me gustaba sudar en el deporte, me venían dolorosas agujetas, y me replegaba una y otra vez hacia mí misma.
Ahora ya soy una joven de veinte años, y los únicos chicos y hombres maduros que se me acercan son para buscarme las tetas o para fingir que les atraigo. No gusto. Sigo sin gustar a nadie. Creo que mis padres empiezan a preocuparse por mi actitud triste. Como si fuera nuevo todo lo que tengo.
¿Insultos y falta de respeto de los demás hacia mí? Todos los que os podáis imaginar. Exactamente, todos esos y los siguientes. No voy a la playa a pesar de que me encanta, uso ropa grande y muy holgada, no entro en provocaciones aunque no siempre es fácil, estoy empezando a asumir que a todos mis enemigos no les excito yo sino mi gordura, y que hay una cierta lógica en mi decepción.
No tengo amigas, y encima ahora mis padres se han empeñado en que haga dieta. Pero yo no les hago caso ni a ellos ni a la médica que lo sugirió. Se cierra la puerta de la consulta y no hay nadie. Fácil dar consejos. Y mis padres van a su bola y sé que no confían en mí. Yo quiero ser abogada, pero la próxima semana empezaré un trabajo como panadera.
-POR LO MENOS AHÍ HAY DULCES ... -